Mostrando entradas con la etiqueta Masonería. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Masonería. Mostrar todas las entradas

viernes, 17 de agosto de 2012

José Francisco de San Martín y Matorras, Pater Patriae


Hoy al celebrase los 162 años del deceso del Tte. Gral. José Francisco de San Martín y Matorras, libertador de Argentina, Chile y Perú; Protector y Generalísimo de las Armas del Perú, Fundador de la Libertad de Perú, Gobernador de Cuyo, Creador del Regimiento de Granaderos a Caballo, Pater Patriae, hermano masón para muchos...un rendido homenaje.

domingo, 3 de julio de 2011

Los Misterios de la Masonería (tercera parte)



ARTÍCULO PUBLICADO EN “NOTICIAS” DEL 18 DE JUNIO DE 2011

CLASES MAGISTRALES

Materia/ Historia

Los misterios de la Masonería

De las originales fraternidades de arquitectos que se reunían en secreto en galpones hasta las múltiples logias actuales, la institución recorrió un largo camino de transformaciones. En Argentina, vinculó a gran parte de la dirigencia nacional y aún mantiene su sede principal en la calle Perón.

EN LA ARGENTINA

En nuestro país, los masones se organizan en talleres de ideas o logias, que se agrupan en una organización denominada Gran Logia de Libres y Aceptados Masones que tiene su sede en la calle Pte. Perón (ex Cangallo) 1242 de la Capital Federal. También se reúnen en organizaciones continentales a los únicos fines del intercambio y la fraternidad, pero en ningún caso reconocen otra autoridad que la de sus propios países. Todas las ceremonias masónicas están presididas por la bandera nacional.

En una muy breve recorrida podemos mencionar 14 ciudadanos que ocuparon la Presidencia de la Nación y que fueron masones: Bernardino Rivadavia, Vicente López y Planes, Justo José de Urquiza, Santiago Derqui, Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Miguel Juárez Celman, Carlos Pellegrini, Manuel Quintana, José Figueroa Alcorta, Roque Sáenz Pena, Victorino de la Plaza, Hipólito Irigoyen y Agustín P. Justo. De políticos y dirigentes que ocuparon la oficina de la vicepresidencia fueron masones: Salvador María del Carril, Juan Esteban Pedernera, Mariano Acosta, Adolfo Alsina, Francisco B. Madero, Norberto Quirno Costa, y Julio A. Roca (h), aparte de otros ciudadanos que, en virtud de la ley de acefalia, ocuparon transitoria o circunstancialmente la vicepresidencia o ejercieron la primera magistratura, tales como Antonio del Pino, Benito Villanueva y otros.

Entre los escritores, sin agotar la nomina, pero a modo de ejemplo, demos algunos nombres: de Bartolomé Hidalgo, José Hernández, Hilario Ascasubi, Estanislao del Campo, Miguel Cané, José Mármol, Alejo Peyret, Eduardo Wilde, José Ingenieros, Roberto J. Payró, Alejandro Korn, Leopoldo Lugones.

También hubo periodistas como los hermanos Varela, los hermanos Gutiérrez, Olegario V. Andrade, Miguel Goyena, Servando A. Gallegos, Ovidio Lagos, José S. Álvarez (Fray Mocho), Joaquín V. González.

Científicos, entre ellos, Luis M. Drago, Juan Antonio Fernández, Teodoro Baca, Manuel Augusto Montes de Oca, Eduardo Acevedo, Oscar Doering, José María Ramos Mejía, Eliseo Canton, José María Moreno, José Miguel Guastavino, Juan María Gutiérrez, Ricardo Gutiérrez, Carlos Murray, Florentino Ameghino, Martín Spuch, Eduardo Logia Holmberg; e investigadores del pasado como Lucio V. López, Manuel Trelles, Antonio Zinny, Alejandro Rosa, José M. Pelliza, Adolfo Saldías, fueron masones.

Hubo incluso masones entre los hombres de armas. Los almirantes Manuel Blanco Encalada, Luis Cabassa, Bartolomé Cordero, Mariano Cordero, Edelmiro Correa, Antonio Somellera, Daniel de Solier, Enrique G. Howard, Enrique B. García; o los generales Juan A. Gelly y Obes, Wenceslao Paunero, Emilio Mitre, Benjamín Victorica, Félix Benavides, Eduardo Broquen, Emilio Conesa, Donato Álvarez, Nicolás Levalle, Eleodoro Damianovich, Cesáreo Domínguez, Rosendo María Fraga, Manuel Fernández Oro, Teodoro García, José M. Francia, Eduardo Racedo, Zacarías Supisiche, Nicolás Vega, Francisco J. Reynolds, Joaquín Viejobueno, Luis J. Dellepiane, sin olvidar figuras de menor graduación pero no por eso menos apreciadas, como Luis Piedrabuena, Luis Py, Erasmo Obligado, Clodomiro Urtubey, Santiago J. Albarracin, Félix Dufourcq o Jorge Reyes.

También hombres de teatro: Florencio Sánchez, Roberto Casaubon (conocido como Roberto Casaux), Emilio Onrubia, F1orencio Parravicini, Enrique García Velloso, Ezequiel Soria, Enrique Muiño, Enrique de Rosas, Luis Arata.

Y por supuesto artistas como Carlos Enrique Pellegrini, Ignacio Manzoni, Prilidiano Pueyrredón, Mariano Agrelo, Martín Boneo, Ernesto de la Cárcova, Rogelio Yrurtia.

Hemos incluido en esta breve nómina a aquellos que tuvieron destacada actuación en el seno de la Gran Logia de la Argentina durante las centurias pasadas y a quienes forjaron la libertad y grandeza del país en los diversos ordenes de las ciencias, la enseñanza, las letras, las artes, el periodismo, las profesiones liberales, las fuerzas armadas, las actividades políticas, etc.

Ex profeso no incluimos eclesiásticos, que los hubo y los hay. Esa omisión se debe al deseo de evitar que su memoria, tan querida para los masones, sean ellos obispos o simples miembros del clero regular o secular, se vea librada a críticas fundadas en la irracionalidad del fanatismo. Claro está que en cambio podemos incluir los nombres de sacerdotes que en forma pública rompieron sus vínculos con la Iglesia Católica Romana, como Julián S. de Agüero, el doctor Emilio Castro Boedo, el doctor Celestino Logia Pera, o el doctor José E. Labbe. Por supuesto, en su momento la Iglesia tomó las medidas que creyó convenientes y ellos supieron asumir su propia defensa en la forma brillante.

No está de más recordar a la Comisión Masónica de ayuda a las víctimas del cólera que azotó a Buenos Aires y otras ciudades. Posteriormente se creó la de ayuda a las víctimas de la fiebre amarilla, durante la espantosa epidemia de ese flagelo, que asoló a Buenos Aires en 1871, presidiendo el cuerpo médico el doctor Juan José Montes de Oca. Esta última comisión, que se transformaría en la famosa Comisión Popular de lucha contra la fiebre amarilla, fue presidida, con abnegación y celo infatigable, por el doctor José Roque Pérez, el primer Gran Maestre de esta Gran Logia, quien, junto con muchos otros hermanos, como Argerich, Pereyra Lucena, Keil, Guillermo Zapiola, Martínez de Hoz, perdieron la vida en el noble desempeño de su humanitario deber, voluntariamente asumido.

También fueron miembros de esta Gran Logia quienes acudieron en ayuda de las víctimas del terremoto de Mendoza en 1874, así como en 1880, cuando hizo crisis en un movimiento armado el conflicto cuyo epilogo seria la fijación de Buenos Aires como Capital Federal de la República, un Cuerpo Masónico de Ayuda a los Heridos, germen fecundo, entre nosotros, de esa benemérita institución que es la Cruz Roja Argentina.

Fueron también ellos quienes promovieron la discusión y aprobación de la Ley de Registro Civil y de Matrimonio Civil; hicieron asimismo posible la sanción de nuestra sabia Ley 1420 de Educación Común, estableciendo la enseñanza primaria obligatoria, gratuita y laica, eficaz instrumento civilizador, e imprescindible prolegómeno de la Ley Avellaneda sobre enseñanza universitaria, que tanto ha contribuido a nuestro progreso cultural y social. Además, en diversas oportunidades propiciaron la inclusión del divorcio absoluto en nuestra legislación; y propugnaron siempre la equiparación de derechos entre la mujer y el hombre.

Y en todas partes donde haya habido en la República masones agrupados en Logias, surgieron como testimonio de su celo y actividad, instituciones progresistas, centros culturales, bibliotecas y asociaciones filantrópicas: las primeras bibliotecas populares, la primera Comisión Municipal de esta ciudad, germen de su actual gobierno comunal, la primera escuela de artes y oficios que se organizara en el país, la Sociedad Tipográfica Bonaerense, la Sociedad Farmacéutica y Bioquímica Argentina, el Colegio de Escribanos, la Sociedad Geográfica Argentina, la Sociedad Amigos de la Astronomía, la Sociedad Rural Argentina.

También es rastreable la masonería y su influencia en el nacimiento de la Sociedad Científica Argentina, la Academia de Medicina, el Circulo Medico Argentino, el Instituto Geográfico Argentino, el Centro Naval, el Circulo Militar, la Fraternidad (ferroviaria), la Fraternidad de Concepción del Uruguay, la Unión Industrial Argentina, el Circulo de la Prensa, el Ateneo Iberoamericano de Buenos Aires, el Asilo de Mendigos, el Asilo de Sordomudos, el Hospital Durand, el Hospital de Niños y todos los hospitales de colectividades extranjeras que hoy brindan sus servicios no sólo a esas colectividades, sino también a gran parte de la población, y hasta la Sociedad Protectora de Animales.

Los integrantes de la actual Gran Logia en la Argentina consideran que sus predecesores sirvieron al país decorosamente y con acendrada lealtad, por lo cual lucen sin vana jactancia ni exagerada ostentación, este pasado que acabamos de mostrar fragmentaria y muy brevemente. Pero que da pruebas de su patriotismo y amor a la humanidad, de su devoción por todo lo que atañe al hombre, a sus necesidades y derechos, a su vocación altruista, filantrópica y progresista, para servir al país.

Este pasado también los compromete a perseverar en la labor, siempre inconclusa, del francmasón, inspirándolos para ello el honroso ejemplo de quienes los precedieron, siguiendo siempre su trayectoria hacia el logro de nobles y elevados ideales.

Por Albino Gómez: Periodista, escritor y diplomático.

Los Misterios de la Masonería (segunda parte)





ARTÍCULO PUBLICADO EN “NOTICIAS” DEL 18 DE JUNIO DE 2011
CLASES MAGISTRALES Materia/ Historia

VIENE DE PARTE 00

SECRETO Y SECRETISMO

En la época operativa, las actividades masónicas se mantenían en secreto para protección de sus miembros. En la actual etapa simbólica, el secreto solo tiene que ver con el reconocimiento entre masones a través de las denominadas “palabras de pase” y los “toques” durante el saludo que sólo se transmiten en el interior de la institución. Como deformación del secreto aparece el “secretismo” que es la extensión indebida de los referidos recaudos.

Al comienzo de la masonería especulativa las mujeres no estaban emancipadas, y ese fue el motivo por el cual no fueron incluidas en las Constituciones de Anderson (1723). Sin embargo, en la Guilda inglesa de los Carpinteros de Norwich (1375), a la que pertenecían los albañiles de York se mencionaba a sus integrantes como "hermanos" y "hermanas". Otro tanto ocurrió con los constructores de catedrales, entre ellos Sabine de Pierrefonds, hija de Hervé de Pierrefonds, constructor principal de la Catedral de Estrasburgo. Sabine esculpió algunas de las estatuas de Notre Dame de París. fue Maestra de Obra y consecuentemente formó aprendices. En un Acta de los archivos de la Logia de York N° 236, integrante de la antigua Gran Logia de toda Inglaterra, un manuscrito ritual de 1693 dice: “Uno de los antiguos toma el Libro, y aquel o aquella que debe ser hecho masón, posa las manos sobre el Libro, y le son dadas las instrucciones.”

El 10 de junio de 1774, el Gran Oriente de Francia tomó bajo su protección a logias formadas por mujeres tuteladas por los masones varones. El 11 de marzo de 1775, el marqués de Saisseval formó la Logia “El Candor” cuya primera Gran Maestra fue la Duquesa de Bourbon. Más tarde ocuparon ese cargo la Princesa de Lamballe (1780), la Emperatriz Josefina (1805), Madame de Vaudemont (1807) y Madame de Villete (1819), amiga personal de Voltaire.

Hacia 1882, la logia “Los Librepensadores” inició a Marie Deraismes escritora y militante de los derechos de la mujer, quien fundó un año después junto con el senador Georges Martin la “Gran Logia Simbólica Escocesa de Francia – Le Droit Humain”. Esta logia daría origen a la Orden Masónica Mixta Internacional "El Derecho Humano".

Posteriormente esa Masonería denominada “de Adopción” se convirtió en masonería femenina hacia1945 y culminó en 1952 con la creación de la Gran Logia Femenina de Francia. Actualmente, las organizaciones masónicas masculinas consideran "irregular" la presencia de mujeres en la Institución, aunque ahora existen organizaciones masónicas mixtas o femeninas.

En nuestro tiempo todavía rigen prejuicios antimasónicos, más allá de que se trate de Obediencias exclusivamente masculinas o aquellas que albergan a mujeres o son mixtas.

La principal objeción proviene de la Iglesia Católica cuyos papas Clemente XII y León XIII dictaron a ese respecto las respectivas encíclicas “In Eminenti” y “Humanum Genus”. Otros pontífices ratificaron esa posición que llega a nuestros días: Benedicto XIV, “Constitución Apostólica”; Pío VII, “Ecclesiam a Jesu Christo”; Pío VIII, “Carta Encíclica Traditi Humilitati”; Gregorio XVI, “Carta Encíclica Mirari Vos”; Pío IX, “Carta Encíclica Qui Pluribus”, Pío XI, Carta Encíclica Non Abbiamo Bisogno”, Pío XII, Carta a Monseñor Montini, el 29 de mayo de 1958. También el Código de Derecho Canónico (1917), promulgado bajo el pontificado de Benedicto XV, el Sínodo Romano de 1960 y el Nuevo Código de Derecho Canónico (1983) reiteraron el rechazo de la Iglesia Católica a la Masonería. En el mismo sentido se cuenta la posición del Integrismo Islámico desde el advenimiento al poder del Ayatollah Jomeini en Irán. El Zar Alejandro I de Rusia, los reyes Carlos III, Felipe V, Fernando VI y Fernando VII de España, los gobernantes Primo de Rivera, Hitler, Franco, Oliveira Salazar, Mussolini y la Unión Soviética (1921) prohibieron y persiguieron las actividades masónicas. Cuba, en cambio, no tomó idéntica medida porque el Padre de la Patria, José Martí, era masón.

Por Albino Gómez: Periodista, escritor y diplomático.

Continúa…. Los Misterios de la Masonería (tercera parte)

domingo, 19 de junio de 2011

Los Misterios de la Masonería (primera parte)


De las originales fraternidades de arquitectos que se reunían en secreto en galpones hasta las múltiples logias actuales, la institución recorrió un largo camino de transformaciones. En Argentina, vinculó a gran parte de la dirigencia nacional y aún mantiene su sede principal en la calle Perón.

La masonería es una institución iniciática, no religiosa, filantrópica, simbólica, filosófica y fundada en el sentimiento de fraternidad. Se propone la búsqueda de la verdad a través de la razón, el fomento del desarrollo intelectual y moral del individuo y el progreso social.

Hacia 1717 en Europa, la Masonería pasó de sus formas operativas –arquitectos, constructores, albañiles que levantaban catedrales y castillos, entre otras obras monumentales- a un estado filosófico o especulativo, tal como se la conoce hoy en todo el mundo. En su nueva etapa, tomó como sus símbolos los elementos del oficio, entre ellos el nivel, la plomada, la piedra, la escuadra y el compás. La construcción ya no es externa (grandes edificios) sino interna, solo inherente a cada persona en pos de su mejoramiento espiritual y desde allí hacia la sociedad. Cada aprendiz masón talla su propia “piedra bruta” interior hasta llegar a la piedra cúbica o el momento en que encastra perfectamente en la construcción colectiva.

Los constructores y los albañiles se denominaban “masones” en la Edad Media (de “maçon”, en francés). Se reunían en logias, pequeños galpones próximos a las obras en construcción donde, además, guardaban sus elementos de trabajo. Dictaban sus propios reglamentos y normas de conducta, organizaban sus reuniones a través de un rito que fijaba el temario, el orden de circulación de la palabra de sus miembros y escalonaba el acceso a los conocimientos que, a su vez, habilitaba el ejercicio de las tareas dentro de la obra en construcción.

Esas logias o pequeñas entidades gremiales figuran en el Código de Hammurabi, rey de Babilonia, que dictó un código que es considerado como el primer cuerpo de leyes escritas de la historia y que sirvió de base al Derecho Romano. Sin embargo, en materia masónica, el primer código que ordenó esa actividad fue el de las Constituciones de York dictado por el rey Athelstan de Inglaterra, el Glorioso, quien gobernó los reinos anglosajones al sur del río Humber entre los años 924 y 939. Este manuscrito fue reescrito de memoria después de que se extravió su original. Entonces se considera que el original más antiguo es la Carta de Boloña (1248) que regula los usos, costumbres, justicia y administración del gremio de los constructores. Posteriormente aparecieron como fuentes de la regulación masónica el Poema Regius (1390), el Manuscrito Cooke (1410), el Manuscrito de Estrasburgo (1459), los Estatutos de Ratisbona (1459), de Schaw (1598), de Absolion (1668) y el Sloane (1700). En todos los casos se trata de documentos referidos a la denominada “masonería operativa" también conocidos como "constituciones góticas".

Hacia 1630 se dieron documentos referidos a los rituales de la masonería escocesa. Sin embargo, el ritual masónico más antiguo es el denominado Compagnonnage de1655.

La historia presenta debates al interior de la Masonería, en especial por la admisión de las mujeres y por las creencias religiosas; otros temas corresponden al momento inicial de la Masonería. Algunos se remontan al arquitecto que construyó el Templo de Salomón en Jerusalem (Hiram Abif), otros otorgan la calidad fundacional a figuras bíblicas, entre ellas Tubalcaín, Moisés, Noé y retroceden, inclusive, hasta el propio Adán. Con todo, la controversia histórica parece centrada entre los constructores de las pirámides egipcias, los Collegia Fabrorum romanos, la Orden de los Templarios, los Rosacruces y los pensadores del Renacimiento.

Fue en el siglo XVII cuando algunas logias de masones operativos aceptaron recibir a personas que no desarrollaban las actividades de los constructores. Se los consideraba “masones aceptados” en general estudiosos de la antigüedad, el hermetismo (por Hermes Trimigesto) y las ciencias que pudieran corroborarse en los hechos. Nació así el librepensamiento y la especulación filosófica, especialmente en Escocia desde donde se extiende a Inglaterra e Irlanda.

Las logias londinenses, denominadas respectivamente “La Corona”, “El Ganso y la Parrilla”, “El Manzano y El Racimo” y “la Jarra” por las tabernas donde realizaban sus encuentros celebraron una reunión conjunta el 24 de junio de 1717 y decidieron la creación de una institución a la que llamaron “Gran Logia de Londres y de Westminster” y designaron a Anthony Sayery como su primer Gran Maestre.

La nueva entidad estaba compuesta por miembros de la Royal Society próximos a Isaac Newton. En 1723 se dio una Constitución que fue preparada por Jean Theóphile Désagulliers y James Anderson, ambos pastores protestantes. Uno de ellos fue el compilador y por eso se conocen como “Constituciones de Anderson” que fundamentalmente subrayan como condiciones masónicas la tolerancia y las consecuentes aceptaciones de hombres de diferentes razas, opiniones y creencias.

La Masonería especulativa constituyó luego la “Gran Logia de Irlanda” (1725), la “Gran Logia de Francia” (hacia1730), la “Gran Logia Provincial de Pennsylvania” (1731), la “Gran Logia Provincial de Massachusetts” (1733) y la “Gran Logia de Escocia” (1736).

Con el paso del tiempo, la Masonería universal reconoce dos vertientes. Una es la considerada “regular” que responde a la Gran Logia Unida de Inglaterra (logias y Grandes Logias de las Islas Británicas, Estados Unidos, los países de la Commonwealth, América Latina y países de Europa) que reconocen como antecedente común a las Constituciones de Anderson, la creencia en Dios o en un Ser Supremo (Gran Arquitecto del Universo a quien cada masón le atribuye los contenidos que desee en su fuero íntimo). Los integrantes de la corriente “regular” son varones que juran sobre el “Volumen de la Ley Sagrada”, que puede ser la Biblia u otro libro o símbolo de lo trascendente. Sobre él se asientan la Escuadra y el Compás. En estas logias no se permiten las discusiones sobre política partidaria ni religión.

La otra vertiente es la liberal o adogmática basada en el Gran Oriente de Francia (también África francófona y algunos países de Europa y América Latina, preferentemente las Obediencias femeninas y mixtas). Reconoce la absoluta libertad de conciencia, incluye a creyentes y ateos y practican los juramentos sobre el Libro de las Constituciones de la Orden o el Volumen de la Ley Sagrada sobre los que se asientan la Escuadra y el Compás.

La corriente liberal admite el debate de ideas, incluso sobre política y religión y también la participación social.

En todos los casos, la Masonería especulativa reconoce los grados de Aprendiz, Compañero y Maestro que, a su vez, representan los tres grandes ciclos del desarrollo personal. En algunas órdenes masónicas se otorgan otros grados numéricos a los que se consideran complementarios al grado de maestro.

Por Albino Gómez: Periodista, escritor y diplomático.

Continúa.....Los Misterios de la Masonería (segunda parte).

viernes, 10 de junio de 2011

Elecciones en la masonería Argentina


Renovó autoridades la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones. En su tradicional sede de Pte. Perón 1242, inaugurado en 1872, deliberó durante nueve horas la Asamblea representativa de todas las logias y los masones de nuestro país.

Ángel Jorge Clavero y Nicolás Breglia, representantes del sector progresista de la Institución, fueron reelectos para un nuevo período de tres años, el segundo y último que habilitan los Reglamentos de la Masonería. Obtuvieron el 78,44% de los votos y lograron consagrar, además, a todos sus candidatos para las diferentes dignidades ejecutivas, al igual que los cinco consejeros y los delegados zonales del interior del país.

El Gran Maestre Clavero, que además es titular de la Sexta Zona de la Confederación Masónica Interamericana (CMI), se comprometió a incrementar la membresía, mantener y profundizar el camino de apertura de la Masonería a la sociedad argentina, intensificar los trabajos comunes entre masones y no masones en el Instituto Laico de Estudios Contemporáneos (ILEC) y el Observatorio de la Ciudadanía, impulsar nuevos y más profundos convenios e intercambios con las Universidades Nacionales a través de la Cátedras de Libre Pensamiento, como las que ya existen en la UBA y las Universidades Nacionales de La Plata (UNLP) y del Litoral (UNL).

Señaló también que serán más asiduas las reuniones públicas de la masonería en todo el territorio nacional, denominadas “tenidas blancas” que, por lo general, constituyen un programa de actividades culturales, especialmente conciertos y conferencias. En idéntico sentido, el reelecto Gran Maestre indicó que se organizará mayor cantidad de “tours masónicos” para que “la sociedad en su conjunto pueda apreciar y valorar el enorme patrimonio histórico y arquitectónico construido por nuestra masonería desde la creación de la Gran Logia en 1857”.

Clavero explicó que “solo en el Cementerio de la Recoleta existe un patrimonio cultural de enorme valor, al que deben añadirse edificios de todo tipo en la Ciudad de Buenos Aires y del interior, sin olvidarnos de La Plata, ciudad fundada y desarrollada por nuestros hermanos Dardo Rocha, Pedro Benoit y José Hernández (autor de Martín Fierro), entre otros”.

Finalmente el Gran Maestre destacó que “la masonería argentina, en forma silenciosa y discreta como es su costumbre, mantendrá su trabajo filantrópico habitual, especialmente centrado en la niñez y los adultos mayores, no descansará en la construcción de ciudadanía, un imperativo de esta hora, y en el tendido de puentes para que mejore la convivencia social y política argentina, subrayando los puntos que nos unen y cerrando filas para evitar los signos de disgregación a veces alarmantes”.

Buenos Aires, 10 de junio de 2011

viernes, 4 de febrero de 2011

Masonería


La francmasonería o masonería es una institución iniciática, no religiosa, filantrópica, simbólica, filosófica y antiguamente secreta, fundada en un sentimiento de fraternidad. Tiene como objetivo la búsqueda de la verdad a través de la razón y fomentar el desarrollo intelectual y moral del ser humano, además del progreso social. Los masones se organizan en estructuras de base denominadas logias, que a su vez pueden estar agrupadas en una organización de ámbito superior normalmente denominada "Gran Logia", "Gran Oriente" o "Gran Priorato".


Aparecida en Europa entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, la masonería moderna o "especulativa" ha sido descrita a menudo como un sistema particular de moral ilustrada por símbolos. Se presenta a sí misma como una herramienta de formación, con un método particular que, basado en el simbolismo de la construcción, permite a sus miembros desarrollar su capacidad de escucha, de reflexión y de diálogo, para transmitir estos valores a su entorno.



La historia institucional de la masonería presenta numerosas disidencias, cuyas principales causas, con importantes matices y derivaciones, están relacionadas con la admisión de la mujer en la masonería, la cuestión de las creencias religiosas o metafísicas, la naturaleza de los temas tratados o la forma de trabajar de las logias, así como con las bases sobre las que se fundamenta la regularidad masónica. La existencia de distintos puntos de vista sobre estos y otros temas ha dado lugar al desarrollo de distintas ramas o corrientes masónicas, que a menudo no se reconocen entre ellas.


Se debe saber que existen los masones dogmatico y a dogmaticos, muy distintos entre ellos. Con respecto a que ningún católico puede ser masón es una gran mentira, hubo y los ahí, papas, cardenales, obispo, sacerdotes, que profesan la masonería.



La Masonería no es en todo caso una religión, por cuanto no se presenta como un camino de salvación, sino como un método de crecimiento personal y de aumento de la conciencia, en la búsqueda de una plenitud como diría el filósofo masón Krause "del hombre en cuanto hombre". La masonería no es en última instancia sino una forma colegiada de reflexión filosófica, y hoy a nadie se le ocurre plantear una contradicción entre filosofía y teología ya que se reconocen como jurisdicciones diferentes. La masonería propone un esfuerzo de autoconciencia y de autenticidad personal que está por supuesto abierta a cualquier interpretación confesional y en esa libertad, naturalmente todas las opciones son posibles para el masón. Decir que por esa garantía de libertad la masonería es incompatible con el catolicismo sería como venir a decir que la Historia de las Religiones es una asignatura anticatólica porque estudia el fenómeno religioso poniendo a todas las religiones en el mismo plano, o que la filosofía es anticristiana por el hecho de no ser ya "sierva de la teología".
Javier Otaola, Pasado Gran Maestro de la Gran Logia Simbólica Española. Carta del 26 de Abril, 2001 a la revista "Alfa y Omega".




Los masones argentinos, el mundo moderno y el universo 2.0

Siglos de invisibilidad y misterio rodean a los masones. Desde la Edad Media cuando, relata Clavero, se iniciaron las logias entre los albañiles y constructores, la masonería transcurrió tiempos complejos para con el “mundo exterior”.

Pero Clavero se ocupa de humanizar a quienes integran la comunidad y a despejar las sombras que durante años los acompañaron.

Aunque los prejuicios sobre la masonería son variados y siguen existiendo. Para muchos, es una sociedad elitista, separatista, de gente culta, de clase alta y  rica. Para otros, es gente que cultiva ritos satánicos, antirreligiosos, una sociedad oculta y peligrosa.

“No somos una sociedad ni secreta ni cerrada. No hace falta ser rico ni tener dinero. Al contrario. Puede entrar cualquiera que desee y lo solicite. Lo que sí, mantenemos la discreción”, explica Clavero.

Existen 6 mil masones activos en Argentina. Un mismo número se retiró de las logias por diversos motivos aunque la condición de masón no se pierde. “Se puede volver cuando se quiera”, dice Clavero.

La iniciación es la clave. En rigor, los requisitos que se les exigen a los postulantes en la web oficial de la Gran Logia son: “Ser hombre libre y de buenas costumbres (libertad para expresar sus sentimientos); tener una edad mínima de 21 años; o de 18, si es hijo de masón; poseer inteligencia y cultura necesaria para comprender y practicar las virtudes masónicas (aquí sí entraría el perfil más misterioso de las logias, en el que el postulante deberá “introducirse en los misterios de la Orden y sus alegorías y signos”); contar con medios de subsistencia para sufragar sus necesidades, las de los miembros de su familia y/o personas que tuviera a su cargo (según la web de la entidad, el aporte de los integrantes no supera la cuota mensual de una organización de caridad)”.

Por otra parte, existen masones con diversas creencias religiosas. Pero el Vaticano tiene una histórica disputa con la masonería. Algunos miembros de la Iglesia Católica consideran que las logias son satanistas.

Alejado de los prejuicios, para el Gran Maestre, los masones, los “hermanos” como se llaman entre sí a los miembros de las logias, son gente común que integra la sociedad con el objetivo de que cada miembro fomente y desarrolle sus valores personales.

Si bien la apertura es amplia, todavía resta, por ejemplo, que las mujeres se integren a las logias, un dato no menor. Clavero le explicó a Notio que el ingreso de las mujeres a los grupos “es un tema que se discute hace tiempo” pero al que todavía no se pudo encontrar una resolución.

Según el Gran Maestre, “en un futuro” la masonería podría abrirle las puertas al sexo femenino.

Además, la asociación comenzó una etapa de ingreso en la comunidad educativa con la firma de varios convenios con entidades educativas para la realización de cátedras de “Libre Pensamiento”.

Para Clavero, la educación y la formación son dos de las principales bases de la Gran Logia. “Encontramos muy buena recepción entre los alumnos”, comenta en diálogo con Notio. Aunque, confiesa que todavía queda un largo camino para que “ser masón” sea un término frecuente y aceptado sin prejuicios.

Por otra parte, los integrantes de las logias tampoco reniegan de los avances tecnológicos. “Todos tenemos celulares, todos usamos la tecnología. Pero lógicamente, cuando nos juntamos, apagamos todo”, explica Clavero.

Desde que Clavero es el máximo responsable de la entidad, procuró iniciar un proceso de comunicación y modernización con el objetivo de integrar a la Gran Logia con la sociedad. De hecho, publican gacetillas de prensa, utilizan herramientas de Internet y comenzaron una política de atender a los medios de comunicación como nunca antes. Hasta los nuevos postulantes pueden enviar la solicitud de ingreso por correo electrónico.
                                                                  


Personajes ilustres y la política

La historia argentina está cruzada por la masonería. Personalidades tales como Bartolomé Mitre o Bernardino Rivadavia fueron integrantes. La Logia Lautaro fue uno de los instrumentos creados por José de San Martín para lograr la independencia latinoamericana. Allí lo acompañaron Carlos María de Alvear, Tomás Guido y Nicolás Rodríguez Peña, entre otros masones.

Es más, la masonería aportó siete presidentes iniciados y catorce vices: los propios Mitre y Rivadavia, Justo José de Urquiza, Domingo Faustino Sarmiento, Carlos Pellegrini, José Figueroa Alcorta e Hipólito Yrigoyen son algunos.

Si bien la sede de la Gran Logia se adorna con cuadros de los masones pasados, Clavero sostiene que la política argentina estuvo, está y estará vinculada a la masonería y viceversa.

“En las reuniones hablamos de política, pero no de política partidaria”, dice Clavero.

Los dichos del Gran Maestre dejan margen para pensar que en el actual abanico político hay integrantes de la masonería.
Nombres, no. La discreción seguirá siendo la clave.



StatCounter