Y como dato curioso, el área de la lengua vasca fue en su tiempo considerablemente mayor al que es hoy en día, ya que se extendía hasta los Pirineos catalanes al este, a Burgos y Soria al sur, y hasta el río Garona en el norte. Las primeras manifestaciones escritas de la lengua vasca datan del siglo XVI.
Las lenguas romances, el latín, el francés y el castellano, se convirtieron en los idiomas oficiales de las Cortes y la Iglesia en toda Europa. El euskera fue marginado debido a su poca similitud con estas lenguas. Las guerras del siglo XVI y la reconquista de España por parte de los Reyes Católicos, significó que los Pirineos se convirtieran en frontera del país, ocupando los vascos una pequeña parte del territorio.
Como el euskera fue excluido del uso oficial, pronto perdió terreno con respecto a otros idiomas, sobre todo en lo tocante a la educación o la administración. Durante los siglos XVIII y XIX esto se hizo evidente en muchos lugares, como Navarra o Álava, a pesar de que Navarra era el territorio vasco con mayor porcentaje de hablantes de euskera.
Hoy el euskera se habla a ambos lados de los Pirineos, en la comunidad navarra y en las regiones del País Vasco francés. Se estima, por ejemplo, que en el valle del Baztán el 90 por ciento de la población habla euskera.
Todas las materias educativas desde infantil hasta secundaria se imparten en euskera, y los alumnos pueden seguir estudiando la lengua vasca hasta los 18 años. El euskera fue reconocido como lengua oficial en 1986, lo que le produjo popularidad, y la creación de una televisión y periódicos de lengua vasca.
El pueblo vasco es un pueblo orgulloso y generoso. Visitar el País Vasco es quedarnos maravillados con el espíritu y la amabilidad de sus gentes. Siempre se sienten muy orgullosos de su cultura ancestral y su determinación de mantener viva su lengua.