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miércoles, 22 de enero de 2014

Cuando la Península Ibérica destrozaba a las Islas Británicas

Batalla de Sluys, imagen alojada en Wikipedia
Es tal el ego de los británicos que aún hoy creen ser los dueños del mundo, mismo camino que sigue su hijo predilecto "Estados Unidos", pero no todo es como lo escriben, en tiempo pretéritos las misma poderosa Inglaterra sufría el flagelo de la derrota, veamos que tiene para decirnos Arturo Gutiérrez Carbó, investigador histórico argentino:

“29 de  Agosto de 1350: Batalla de Winchelsea, en la Mancha, las naves baskas se destacaron por su valor (Winchelsea era uno de los puertos ingleses más importantes y fue varias veces atacado y saqueado por escuadras hispano-francesas). El ‘mismo año’ que muere Alfonso XI de Castilla y ‘decía el rey de Inglaterra que los españoles intentaban alzarse con el dominio del mar, según las presas e insultos que hacían a los navegantes ingleses, y creyendo que sus designios eran aniquilar la marina inglesa, procuró negociar la paz’, consiguiéndolo al año con el tratado de Londres que firma el rey con ‘los comisionados de las villas marítimas de Castilla y de Vizcaya… 23 de Junio de 1371: La Rochela, victoria naval hispana sobre escuadra inglesa con sorpresa de ésta  por la artillería naval española montada en 12 galeras que destruyeron  36 naos inglesas, apresan a su general, a 8000 hombres y el tesoro que conducían, luego devastan las costas inglesas, parece pues  que los castellanos fueron los primeros en usar artillería en mar, pese a lo dicho en 1338. Froissard (1333-1410), historiador francés, confirma que los españoles tenían a bordo  en esa batalla arbalestes y canons. Las naves vascas aplastaron en la Rochela a los ingleses. ‘La victoria naval de la Rochela lleva a los señoríos vizcaínos, con el privilegio de su hierro bien trabajado por sus laboriosas gentes, y al amparo, que esos señoríos prefirieron y buscaron, de la Corona de Castilla, a la cabeza de la actividad marítima del Canal de la Mancha.’ Quizás desde este embarque de artillería en naves que llamaron ‘de armada’, diferenciándolas de las más cargueras, transportistas, se adoptó el sistema de flotas, conserva o convoy para mayor seguridad del comercio marítimo frente a la abundante piratería… 1374: Froissard dice que una armada franco-española de 1287 buques atacó costas inglesas, López de Ayala confirma que en esa operación las naves españolas iban al mando de Fernán Sánchez de Tovar y que hicieron estragos en la isla de Wight. Es prueba del crédito de la marina castellana el interés de los reyes de Francia por los buques castellanos para formar sus escuadras en su propia defensa. (Tanto como el visible respeto de la corona inglesa, en la que también se puede advertir, en los acuerdos específicos con Guipúzcoa su tendencia a ‘dividir para reinar’, no exclusiva de ella, pero en ella habitual).”*

*Gutiérrez Carbó, Arturo, Oriente y Occidente II – Cuatro estudios relacionados con el descubrimiento de América por Europa, 2da Edición, Universidad Nacional de Colombia, 2004.

La siguiente entrada esta realiza en base a la que aparece en el blog Coterraneus.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Ducentésimo Aniversario y Bicentenario del Combate de Río de las Piedras


domingo, 27 de noviembre de 2011

Reino del Maestrazgo


Supongo que la noticia nos habrá cogido desprevenidos a todos. Como sabrá, improbable lector, la región del Maestrazgo ha declarado su independencia al resto de España.


 Las autoproclamadas autoridades soberanas de aquel territorio se han atrevido incluso a solicitar el reconocimiento de su independencia a la comunidad internacional y, asombrosamente, el portavoz de la Santa Sede ha manifestado que es muy probable que la solicitud sea atendida de forma favorable por el Estado Vaticano.

A tal efecto, ha anunciado monseñor Renato DellCardo, se prevé enviar un nuncio apostólico y crear una diócesis que abarque el territorio escindido, nombrando para ello un nuevo prelado que, atendiendo los deseos de los nuevos dirigentes del Maestrazgo, será de cuna noble.

El resto de los españoles desconocíamos por completo los deseos de independencia de esta histórica región que, es verdad, tradicionalmente ha vivido aislada del resto de los territorios peninsulares a consecuencia de su escarpado paisaje. De hecho, aquellos que hemos podido visitar la zona hemos constatado habitualmente lo muy aferrada que vivía la población a sus tradiciones propias.


El nombre del Maestrazgo procede de la encomienda de la orden militar de Montesa que gobernó teocráticamente aquel territorio, con el maestre de la orden al frente, durante más de quinientos años, desde el establecimiento de la encomienda de san Mateo en 1319, hasta el comienzo del trienio liberal en 1820.

El territorio que ha declarado su independencia abarca una pequeña parte de las provincias de Teruel, Tarragona y Castellón, comprendiendo cincuenta y siete municipios. Este que sigue es el mapa de la nueva nación.

Los siguientes datos se han tomado de diferentes medios de comunicación:

El origen de la reclamación de soberanía por parte del Maestrazgo procede, según esas fuentes, de la primera guerra carlista. Conflicto que asoló a toda España entre los años 1833 y 1840, enfrentando dos concepciones sociales diferentes bajo la excusa de una disputa dinástica. Dos concepciones sociales que se podrían definir como la opción liberal y la opción tradicional.

Durante ese convulso periodo de guerra civil, toda la región, dado su secular aislamiento y eminente carácter rural, se volcó unánimemente a favor de la opción tradicionalista defendida por las tropas carlistas. No en vano el general Cabrera, jefe de las tropas del Maestrazgo, ya concluida la guerra y expulsado el resto del contingente carlista, siguió luchando en el territorio bajo su mando durante un año, merced al apoyo social de la población civil.


A pesar de haber perdido esa guerra, los habitantes del Maestrazgo, con sus ideas políticas tradicionales intactas, supieron ganar la paz. Así, a pesar de la existencia de gobernadores provinciales enviados desde Madrid, que en la práctica carecían de poder efectivo y se limitaban a organizar festejos en su propia residencia, el gobierno de la zona por parte de los tradicionalistas fue evidente y conocido, aunque siempre discreto y en la sombra.

La capital del territorio es la ciudad de San Mateo, en la provincia de Castellón, el mismo lugar donde residía el maestre de la orden de Montesa desde 1319. Concluida la guerra en 1841, en dicha población se creó una junta de gobierno clandestina que, en la práctica, impartió justicia y se encargó de los asuntos de gobierno del Maestrazgo, con el absoluto apoyo y absoluto sigilo de la población local.


Esa junta, denominada formalmente el consejo de la regencia, dado que seguían esperando el regreso de un rey tradicionalista, estaba compuesta exclusivamente por nobles titulados que, exiliados forzosamente tras perder la guerra, volvieron de incógnito al Maestrazgo.

Las segunda y tercera guerras carlistas en las décadas de los cincuenta y setenta del siglo XIX, no alteraron en nada el sistema de gobierno encubierto que el consejo de la regencia mantuvo en el Maestrazgo, sistema que prolongó hasta bien entrado el siglo XX.

Durante ese largo periodo la influencia de la iglesia en los asuntos de gobierno del consejo de la regencia se hizo cada vez más palpable, hasta convertir el Maestrazgo en un verdadero estado teocrático en el que el ejercicio político se manifestaba, siempre en la clandestinidad, a través de aquellos que hablaban en nombre de Dios, los eclesiásticos más tradicionales.


 El estallido de la guerra civil de 1936 supuso un soplo de esperanza para los gobernantes en la sombra y para el conjunto de la población de la región. Población que, lógicamente, se alineó en las filas del bando que proponía el retorno a un sistema social y político tradicional y católico.

No obstante, concluida la guerra civil, la falta de reconocimiento de la autonomía de la región del Maestrazgo y de sus órganos de gobierno clandestinos, la ausencia de un rey y sobre todo, el ejercicio del poder centralista que llevaron a cabo las autoridades vencedoras, concluyó con un retorno a las catacumbas del consejo de regencia como órgano de gobierno en la clandestinidad de la región del Maestrazgo.

Por fin, el establecimiento en 1975 de una monarquía de carácter democrático, contrario al régimen monárquico tradicional que se vivía en la región, ejercido por el consejo de regencia, no ayudó al abandono de la clandestinidad.


 Han sido las conversaciones llevadas a cabo desde el año 2006 por varios de los eclesiásticos del Maestrazgo, manifestando el deseo de dar por fin salida a la situación de facto de un gobierno que ejerce su función en la clandestinidad, lo que ha conducido a requerir de la comunidad internacional, y del Estado Vaticano en particular, el reconocimiento de su singularidad como nación soberana.

Se ha conocido a consecuencia de la noticia, que el sistema de gobierno ejercido desde el consejo de la regencia durante los casi ya dos siglos de existencia, ha estado basado en una concepción social y política de corte tradicional. Tradición manifestada, entre otras cosas, en el mantenimiento de la necesidad de poseer nobleza, si no titulada, al menos sí hidalga, para alcanzar los puestos de gobierno del Maestrazgo.

El territorio se encuentra dividido institucionalmente en siete regiones que abarcan gran parte de la provincia de Castellón y algún territorio de las de Teruel y Tarragona.


 En cada una de las siete regiones, denominadas condados, existe un castillo de la antigua orden militar de Montesa que sirve como sede para el gobierno local.

Dado que en este blog se habla de heráldica, se adjunta el escudo que ha tomado como propio el recién autoproclamado país. En él se representa la cruz de la orden de Montesa sobre los cuatro palos del rey de Aragón.


Los diseños de los escudos y las banderas son de mi autoría.

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