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sábado, 8 de diciembre de 2012

Anécdotas: San Padre Pío de Pietrelcina


¡CUIDA POR DÓNDE CAMINAS!
Un hombre fue a San Giovanni Rotondo para conocer al Padre Pío pero era tal la cantidad de gente que había que tuvo que volverse sin ni siquiera poder verlo. Mientras se alejaba del convento sintió el maravilloso perfume que emanaba de los estigmas del padre y se sintió reconfortado.
Unos meses después, mientras caminaba por una zona montañosa, sintió nuevamente el mismo perfume. Se paró y quedó extasiado por unos momentos inhalando el exquisito olor. Cuando volvió en sí, se dio cuenta que estaba al borde de un precipicio y que si no hubiera sido por el perfume del padre hubiera seguido caminando... Decidió ir inmediatamente a San Giovanni Rotondo a agradecer al Padre Pío. Cuando llegó al convento, el Padre Pío, el cual jamás lo había visto, le gritó sonriendo:- "¡Hijo mío! ¡Cuida por dónde caminas!".

DEBAJO DEL COLCHÓN
Una señora sufría de tan terribles jaquecas que decidió poner una foto del Padre Pío debajo de su almohada con la esperanza de que el dolor desaparecería. Después de varias semanas el dolor de cabeza persistía y entonces su temperamento italiano la hizo exclamar fuera de sí: -"Pues mira Padre Pío, como no has querido quitarme la jaqueca te pondré debajo del colchón como castigo". Dicho y hecho. Enfadada puso la fotografía del padre debajo de su colchón.
A los pocos meses fue a San Giovanni Rotondo a confesarse con el padre. Apenas se arrodilló frente al confesionario, el padre la miró fijamente y cerró la puertecilla del confesionario con un soberano golpe. La señora quedó petrificada pues no esperaba semejante reacción y no pudo articular palabra. A los pocos minutos se abrió nuevamente la puertecilla del confesionario y el padre le dijo sonriente: "No te gustó ¿verdad? ¡Pues a mí tampoco me gustó que me pusieras debajo del colchón!".

LOS CONSEJOS DEL PADRE PÍO
Un sacerdote argentino había oído hablar tanto sobre los consejos del Padre Pío que decidió viajar desde su país a Italia con el único objeto de que el padre le diera alguna recomendación útil para su vida espiritual. Llegó a Italia, se confesó con el padre y se tuvo que volver sin que el padre le diera ningún consejo. El padre le dio la absolución, lo bendijo y eso fue todo. Llegó a la Argentina tan desilusionado que se desahogaba contando el episodio a todo el mundo. "No entiendo por qué el padre no me dijo nada", decía, "¡y yo que viajé desde la Argentina sólo para eso!" "-El Padre Pío lee las consciencias y sabía que yo había ido con la esperanza de que me diera alguna recomendación", etc, etc. Así se quejaba una y otra vez hasta que sus fieles le empezaron a preguntar: "Padre, ¿está seguro que el padre Pío no le dijo nada? ¿no habrá hecho algún gesto, algo fuera de lo común?". Entonces el sacerdote se puso a pensar y finalmente se acordó que el Padre Pío sí había hecho algo un poco extraño. "-Me dio la bendición final haciendo la señal de la cruz sumamente despacio, tan despacio que yo pensé: ¿es que no va a acabar nunca?", contó a sus fieles. "¡He ahí el consejo!", le dijeron, "usted la hace tan rápido cuando nos bendice que más que una cruz parece un garabato". El sacerdote quedó contentísimo con esta forma tan original de aconsejar que tenía el Padre Pío.

EL VIGILANTE Y LOS LADRONES

"Unos ladrones merodeaban en mi barrio, en Roma, y esto me impedía ir a visitar al Padre Pío. Al final me decidí después de haber hecho un pacto mental con él: "Padre, yo iré a visitarte si tú me cuidas la casa...".
Una vez en San Giovanni Rotondo, me confesé con el Padre y al día siguiente, cuando fui a saludarle, me reprendió: "¿Aún estás aquí? ¡Y yo que estoy sudando para sostenerte la puerta!".
Me puse de viaje inmediatamente, sin haber comprendido qué había querido decirme.
Habían forzado la cerradura, pero en casa no faltaba nada."

NIÑOS Y CARAMELOS

"Hacía tanto tiempo que no iba a visitar al Padre Pío que me sentía obsesionada por la idea de que se hubiera olvidado de mí.
Una mañana, después de haberle confiado, como de costumbre, mi hija bajo su protección, fui a Misa. De regreso, encontré a la pequeña saboreando un caramelo. Sorprendida le pregunté quién le había dado el "melito", como ella llamaba a los caramelitos, y muy contenta me señaló el retrato del Padre Pío que dominaba sobre el corralito donde dejaba a la pequeña durante mis breves ausencias.
No di ninguna importancia al episodio y no pensé más en él.
Después de algún tiempo, no logrando sacarme de la cabeza la idea de que el Padre Pío se hubiera olvidado de mí, pude finalmente ir a visitarlo. Inmediatamente después de la confesión, cuando fui a besarle la mano, me dijo riendo: "...¿también tú querías un "melito"?".

UN CALVO

"No había remedios para mi cabello que iba desapareciendo de mi cabeza, y sinceramente me disgustaba quedar calvo. Me dirigí al Padre Pío y le dije: "Padre, ruegue para que no se me caiga el cabello".
El Padre en ese momento bajaba por la escalera del coro. Yo lo miraba ansioso esperando una contestación. Cuando estuvo cerca de mí cambió el semblante y con una mirada expresiva señaló a alguien que estaba detrás y me dijo: "Encomiéndate a él". Me di vuelta. Detrás había un sacerdote completamente calvo, con una cabeza tan brillante que parecía un espejo. Todos nos echamos a reír.

EL ZAPATAZO

Una vez un paisano del Padre Pío tenía un fuertísimo dolor de muelas. Como el dolor no lo dejaba tranquilo su esposa le dijo: "¿Por qué no rezas al Padre Pío para que te quite el dolor de muelas?? Mira aquí está su foto, rézale". El hombre se enojó y gritó furibundo: "¿Con el dolor que tengo quieres que me ponga a rezar?". Inmediatamente cogió un zapato y lo lanzó con todas sus fuerzas contra la foto del Padre Pío.
Algunos meses más tarde su esposa lo convenció de irse a confesar con el Padre Pío a San Giovanni Rotondo. Se arrodilló en el confesionario del Padre y, luego de decir todos los pecados que se acordaba, el Padre le dijo: "¿Qué más recuerdas?" "Nada más", contestó el hombre. "¿¿Nada más??  ¡¿y qué hay del zapatazo que me diste en plena cara?!."

EL SALUDO "GRANDE, GRANDE"

Una hija espiritual del Padre Pío se había quedado en San Giovanni Rotondo tres semanas con el único propósito de poder confesarse con él. Al no lograrlo, ya se marchaba para Suiza profundamente triste, cuando se acordó que el Padre Pío daba todos los días la bendición desde la ventana de su celda. Se animó con la idea de que por lo menos recibiría su bendición antes de partir y salió corriendo hacia el convento. Por el camino iba diciendo para sus adentros: "quiero un saludo grande, grande, sólo para mí". Cuando llegó se encontró con que la gente se había marchado pues el Padre había dado ya su bendición, los había saludado a todos agitando su pañuelo desde su ventana y se había retirado a descansar. Un grupo de mujeres que rezaban el Rosario se lo confirmaron. Era inútil esperar. La señora no se desanimó por eso y se arrodilló con las demás mujeres diciendo para sí: "no importa, yo quiero un saludo grande, grande, sólo para mí". A los pocos minutos se abrió la ventana de la celda del Padre y éste, luego de dar nuevamente su bendición, se puso a agitar una sábana a modo de saludo en vez de usar su pañuelo. Todos se echaron a reír y una mujer comentó: "-¡Miren, el padre se ha vuelto loco!". La hija espiritual del padre comenzó a llorar emocionada. Sabía que era el saludo "grande, grande" que había pedido para sí.

UN NIÑO Y LOS CARAMELOS

Un niño, hijo de un guardia civil, deseaba tener un trencito eléctrico desde hacía mucho tiempo. Acercándose la fiesta de Reyes, se dirigió a un retrato del Padre Pío colgado en la pared, y le hizo esta promesa: "Oye, Padre Pío, si haces que me regalen un trencito eléctrico, yo te llevaré un paquete de caramelos".
El día de los Santos Reyes el niño recibió el trencito tan deseado.
Pasado algún tiempo, el niño fue con su tía a San Giovanni Rotondo. El padre Pío, paternal y sonriente, le preguntó: "-Y los caramelos, ¿dónde están?".

¡POR DOS HIGOS!

Una señora devota del Padre Pío comió un día un par de higos de más. Asaltada por los escrúpulos, pues le parecía que había cometido un pecado de gula, prometió que iría en cuánto pudiera a confesarse con el Padre Pío. Al tiempo se dirigió a San Giovanni Rotondo y al final de la confesión le dijo al padre muy preocupada: "Padre, tengo la sensación de que me estoy olvidando de algún pecado, quizá sea algo grave". El Padre le dijo: "No se preocupe más. No vale la pena. ¡Por dos higos!".

¿ESPERAS QUE ME CASE YO CON ELLA?

El Padre Pío estaba celebrando una boda. En el momento culminante del acto el novio, muy emocionado, no atinaba a pronunciar el "sí" del rito.
El Padre esperó un poco, procurando ayudarlo con una sonrisa, pero viendo que era en vano todo intento, exclamó con fuerza: "¡¿En fin, quieres decir este "sí" o esperas que me case yo con ella?!".

¡PADRE, RUEGUE POR MIS HIJITOS!

Una señora muy devota del Padre Pío nunca se iba a dormir sin haberle encomendado antes a sus hijos. Todos las noches se arrodillaba frente a la imagen del Padre y le decía: "Padre Pío, ruegue por mis hijitos”. Después de tres años de rezar todos los días la misma jaculatoria pudo ir a San Giovanni Rotondo. Cuando vio al Padre le dijo: "Padre, ruegue por mis hijitos". "Lo sé, hija mía", le dijo el Padre, "¡hace tres años que me vienes repitiendo lo mismo todos los días!".

¡Y TÚ TE BURLAS!

Una devota del Padre Pío se arrodillaba todos los días frente a la imagen del padre y le pedía su bendición. Su marido, a pesar de ser también devoto del padre, se moría de la risa y se burlaba de ella pues consideraba que aquello era una exageración. Todas las noches se repetía la misma escena entre los esposos. Una vez fueron los dos a visitar al Padre Pío y el señor le dijo: "Padre, mi esposa le pide su bendición todas las noches". "Lo sé", contestó el Padre, "¡y tú te burlas!".

 


BILOCACIONES

 

PADRE PÍO REZA A SAN PÍO X
Una vez el Cardenal Merry del Val contó al Papa Pío XII que había visto al Padre Pío rezando en San Pedro frente a la tumba de San Pío X, el día de la canonización de Santa Teresita. El Papa preguntó al Beato Don Orione qué pensaba del asunto. Don Orione respondió: “Yo también lo vi. Estaba arrodillado rezando a San Pío X. Me miró sonriente y luego desapareció”.

PADRE PÍO EN URUGUAY

Monseñor Damiani, obispo uruguayo, fue a San Giovanni Rotondo a confesarse con el padre Pío. Luego de confesarse se quedó unos días en el convento. Una noche se sintió enfermo y llamaron al Padre Pío para que le diera los últimos sacramentos. El padre Pío tardó mucho en llegar y cuando lo hizo le dijo:
“Ya sabía yo que no te morirías. Volverás a tu diócesis y trabajarás algunos años más para gloria de Dios y bien de las almas”. “Bueno”, contestó Monseñor Damiani, “me iré pero si usted me promete que irá a asistirme a la hora de mi muerte”. El Padre Pío dudó unos instantes y luego le dijo “Te lo prometo”.
Monseñor Damiani volvió al Uruguay y trabajó durante cuatro años en su diócesis.
En el año 1941 Monseñor Alfredo Viola festejó sus bodas de plata sacerdotales. Para tal acontecimiento se reunieron todos los obispos uruguayos y algunos argentinos en la ciudad de Salto, Uruguay. Entre ellos estaba Monseñor Damiani, enfermo de angina pectoris. Hacia la medianoche el Arzobispo de Montevideo, luego Cardenal Antonio María Barbieri, se despertó al oír golpear a su puerta. Apareció un fraile capuchino en su habitación que le dijo: "Vaya inmediatamente a ver a Monseñor Damiani. Se está muriendo". Monseñor Barbieri fue corriendo a la alcoba de Monseñor Damiani, justo a tiempo para que éste recibiera la extremaunción y escribiera en un papel: “Padre Pío..” y no pudo terminar la frase. Fueron muchos los testigos que vieron un capuchino por los corredores. Quedó en el palacio espiscopal de Salto un medio guante del padre Pío que curó a varias personas.
En 1949 Monseñor Barbieri fue a San Giovanni Rotondo y reconoció en el padre al capuchino que había visto aquella noche, a más de diez mil kilómetros de distancia. El Padre no había salido en ningún momento de su convento.
Hoy día hay en Salto una gruta que recuerda esta bilocación y desde allí el padre ha hecho varios milagros.

NOS HEMOS SALVADO POR LOS PELOS AQUELLA TARDE ¿EH GENERAL?

El General Cardona, después de la derrota de Caporetto, cayó en un estado de profunda depresión y decidió acabar con su vida. Una tarde se retiró a su habitación exigiéndo a su ordenanza que no dejara pasar a nadie. Se dirigió a un cajón, extrajo una pistola y mientras se apuntaba la sien oyó una voz que le decía: "Vamos, General, ¿realmente quiere hacer esta tontería?". Aquella voz y la presencia de un fraile lo disuadieron de su propósito, dejándolo petrificado. Pero ¿cómo había podido entrar ese personaje en su habitación? Pidió explicaciones a su ordenanza y este le contestó que no había visto pasar a nadie. Años más tarde, el General supo por la prensa que un fraile que vivía en el Gargano hacía milagros. Se dirigió a San Giovanni Rotondo de incógnito y ¡cuál no fue su sorpresa cuando reconoció en el fraile al capuchino que había visto en su habitación! "Nos hemos salvado por los pelos aquella tarde ¿eh General?", le susurró el Padre Pío.

AMOR DEL PADRE PÍO POR SAN PÍO X Y PÍO XII

El Padre Pío solía decir que San Pío X era el papa más simpático desde San Pedro hasta nuestros días. “Un verdadero santo”, decía siempre, "la auténtica figura de Nuestro Señor". Cuando murió San Pío X Padre Pío lloraba como un niño diciendo: “Esta guerra se ha llevado a la víctima más inocente, más pura y más santa: el Papa”, pues corrían rumores que el Santo Padre había ofrecido su vida para salvar a sus hijos del flagelo de la guerra.
Una vez Padre Pío dijo a un sacerdote que iba para Roma: “Dile a su Santidad (Pío XII) que con gusto ofrezco mi vida por él”. Cuando murió Pío XII el Padre Pío también lloraba desconsoladamente. Al día siguiente de la muerte no lloraba más y entonces le preguntaron: "Padre, ¿ya no llora por el Papa?" "No", contestó el padre, "pues Cristo ya me lo ha mostrado en Su gloria".

REACCIONES FRENTE AL "AGGIORNAMENTO" DE LOS FRANCISCANOS

El Padre Pío ya había expresado su descontento frente a los cambios introducidos por el Concilio Vaticano II cuando el cardenal Bacci fue a verlo a San Giovanni Rotondo. “¡Terminad con el concilio de una vez! ¡Por piedad, terminádlo pronto!”, le había dicho al cardenal.
Cuando el encargado de la Orden franciscana fue a San Giovanni Rotondo para pedirle oraciones al Padre para los "Nuevos Capítulos" el padre se enojó mucho. Apenas oyó el padre la palabra "nuevos capítulos" se puso a gritar: "¿Qué están combinando en Roma? ¡Ustedes quieren cambiar la regla de San Francisco! En el juicio final San Francisco no nos reconocerá como hijos suyos". Y frente a la explicación de que los jóvenes no querían saber de nada con la tonsura ni con el hábito, el padre gritó: "¡Echádlos fuera! ¡Ellos se creen que le hacen un favor a San Francisco entrando en su Orden cuando en realidad es San Francisco quien les hace un gran don!".


Fuente: “La voce del Padre Pío”, “Padre Pío de Pietrelcina” de Yves Chiron

miércoles, 30 de mayo de 2012

Juana de Arco, ¿bastarda de Orléans?, ¿Princesa de Sangre Real?


"La historia la escriben los vencedores, pero la verdad siempre buscara la forma de manifestarse".
Conde de Ýñigo-Genio

¿Cómo es esto de que Santa Juana de Arco, patrona de Francia, es ua Princesa de Sangre de Francia? ¿Cuales son los hechos que la enlazan con una de las Casas Capetianas que rigio Francia? ¿Cuales son las circunstancia de que tan significativo hecho pase desapercibido tanto años? ¿Carlos VII de Francia hermano de la "Doncella de Orléans"? El Tratado de Troyes, los Armagnac, Domrémy....cual es el nexo que lo une con "La Pucelle".

Según Paul-Eric Blanrue, la historia no ha tomado el pelo poniendo a la "Pucelle" como una heroina de orígenes humildes, pero según esta hipotesis Juana seria hija bastarda del Duque de Orléans, esto la haria una Princesa de Sangre de Francia, por lo tanto hermanastra del Rey de Francia, y en que se basa esta teoría, bien ese sera el tema a tratar en la presente entrada.

Estamos en el primer tercio del siglo XV, en medio de la Guerra de los Cien Años. Bajo el reinado de Carlos VI, apodado el "rey loco", en Francia se producen horas trágicas. Por un lado los partidarios del Duque Luis de Orléans, los Armagnac, los defensores de la dinastía de los Capetos y la otra, los de Juan Sin Miedo, los borgoñones, que apoyan los intereses del Ducado de Borgoña. Inglaterra se aprovechó de la guerra civil para hacerse un hueco en el reino de la Lys. En 1415, Agincourt en Francia fue una derrota catastrófica que ha decapitado a la nobleza y provocó la instalación de las tropas del norte de Enrique V, que sólo piensa en recuperar los territorios perdidos desde 1360. Los borgoñones, que se van del lado Inglés siente crecer las alas.

Las batallas de la dos facciones rivales provocan atrocidades. En el 1407 el Duque de Orléans fue asesinado, por insitgacion de Juan Sin Miedo, que estaba a punto de llevar la corona real, es a su vez en una entrevista con el Delfín en 1419.
Por temor o la ambición, la Reina Isable de Baviera, favorece a Armagnac, colocandolo como cabeza del consejo de regencia, y respaldara a los borgoñones y en 1420 reconocería el famoso "Tratado de Troyes". En este acto, que pone en duda la paternidad de su delfín desheredado en favor de Enrique V, a quien le da a su hija Catalina de Valois en el matrimonio y ella es reconocida como "heredero de Francia."

Aparición milagrosa de una heroina

Pero la fusión de los dos reinos no se realizaría. La muerte de Enrique V y Carlos VI enfretara a los pretendientes izquierdistas: "Enrique VI", un bebé de la dinastía de los Lancaster, que sólo será reconocido por la mitad norte del reino bajo la ocupación británica, incluyendo la prestigiosa Universidad de París, los nobles y prelados. Y el Delfín Carlos, en teoría, "Carlos VII", apenas reconocido en la parte sur del país, quien no se encuentra seguro de su legitimidad dadas las insinuaciones prescripta en el Tratado de Troyes.
Para sopesar las fuerzas, el Inglés parece destinado a un futuro glorioso en el menor tiempo posible. El Duque de Bedford, el tutor de Enrique VI, se convierte en regente. Sus ejércitos parecen a punto de aplastar a los pocos focos restantes de la resistencia al norte del Loira, la ciudad de Orléans.
Pero en el mes de febrero de 1429 marcará un punto de inflexión en el curso del conflicto. El 25, en Chinon, el rey Carlos, rodeado de 300 cortesanos vestidos con ropajes suntuosos, ofrece, en una habitación iluminada por 50 antorchas, una entrevista a una joven de la marca de Lorena que dice estar inspirada por Dios.
Ella afirma que llevar a los ejércitos a la victoria. ¿Está loca? Le pasa por la cabeza al Delfín. Ella se las arregla para ganar la confianza de los campesinos. Se arma rapidamente  suficientes tropas en la mano con la que ella inmediatamente "dejar el cabo Inglés de Francia" ... Lo más sorprendente es que su aparición coincide con la reconquista gradual del territorio invadido.
La historia ha registrado a la adolescente con el nombre de "Juana de Arco". ¿Quién es ella? ¿De dónde viene? ¿Cómo explicar este giro sorprendente? Frente a la "historia oficial" he elaborado una teoría, en la que los diccionarios, enciclopedias, la educación y los medios de comunicación consideran "el silencio" ...

Bastardos y sobrevivientes

En la historia encontramos dos silencios. El primero fue liderado principalmente por Jean Jacoby (quien fue el promotor), Schneider Edward y Jean Bosler. Para ellos, Jeanne no era la hija de Jacques d'Arc y Romee Isabelle, por nacimiento, pertenecía a la Casa de Orléans, lo que explicaría su condición, el conocimiento de la Corte y el mundo de las armas (estos son los "bastardos"). La segundo, iniciado por Jean Grimod, se reanuda el argumento anterior y le da una extensión inusual. Con base en el hecho de que, Joan como Princesa Real, no pudo haber sido quemado en Rouen, el autor nos asegura que pudo escapar y encontró su pista precisa unos años más tarde, casada con un caballero de Lorena, bajo el nombre de Juana de Armoises. Esta tesís, fusionista, ha disfrutado durante 50 años de una cierta popularidad entre los "historiadores" que se hacen llamar "disidentes", como Jean de St Jean, André Guérin, Gérard Pesme, David-Darnac, Pierre de Sermoise, Florence Maquet, Robert Ambelain, Etienne Weil-Reynal ou encore André Brisset ; Yann Grandeau, en su magnífica obra "Jeanne insultée", prefiere el apodo de "sobrevivientes".

- Aquí, nos prenguntamos, ¿en que se basan los autores para reafirmar su demostracion?
 -Bien, esta se basan una serie de hechos preocupante que parecen, según ellos, forman un "conjunto de supuestos" difícil de cuestionar. Aquí están los más destacados, dividido en 11 puntos.

Un Estado Civíl sospechoso
1° En primer lugar, durante su vida, Juana nunca ha llevado el nombre de "Arco". "Nadie, de su tiempo, ha nombrado a Juana de Arco, el pastiche nombre, es una fabricación tardia ..., escribió Henri Guillemin.
"En el juicio en Rouen, dice A. Brisset, de forma deliberada se le preguntó su nombre y el apodo. Ella no dijo ni lo uno ni lo otro. Sólo dijo Jehanne en Francia y Jehannette en Domrémy.  Lo que son allí los nombres de pila (...). Todas las letras de Juana, sin excepción, comienzan "Yo, Juana la Doncella". Cabe señalar una falta similar en el juicio de rehabilitación en 1456. ¿No es curioso? ¿Por que razones oscuras inclusive para Juana misma, sus compañeros y los jueces,  en este caso tratarían de ocultar el verdadero nombre de la criada?

2° Otra supuesta extravagancia: el cumpleaños de Juana. Incierto, también, como deliberadamente borroso.
"Juana, ella misma, es muy reservada sobre este tema, asegura J. Jacoby, en el juicio dijo que tenía 19 años o menos, a lo que ella cree (que la haría nacida en 1412, como la tesis "clásica" apoya). Esta es una respuesta muy vaga (...). sin embargo, según los "disidentes", no hay ningún documento sobre el nacimiento de Juana ... ". Por lo tanto, para una mayor precisión, basándose en la evidencia que se recogió durante los ensayos de 1431 y 1456. Y si uno se refiere a la de Hauviette de Sionne, quien tiene 45 años en 1456, entonces como es? Hauviette  menciona que "A menudo, yo estaba con Juan su padre (...). Juana era mayor que yo tres o cuatro años."

Como Hauviette nació en 1411, esto lleva Juana "en 1407-1408", y no en 1412! Otro testigo, fuera de la audiencia, confirmó esta fecha: el Béroalde de Verville. Y para G. Pesme "no podemos discutir o cuestionar el testimonio de la señora de Béroalde de Verville dijo que escuchó que, en Chinon, en marzo de 1428, cuando la recibio para reunirse con el rey, que al pedir su edad, Juana respondio que su edad eran tres veces siete "," bien, calcula Pierre de Sermoise", veintiuno a principios del año 1429. Esto nos lleva de nuevo hacia el año 1407, lo que sería el verdadero año del nacimiento de Juana. ¿"La historia oficial" se han rejuvenecido? ¿Por qué? ¿Y que es lo que significa realmente?

3° Una carta de los acontecimientos contemporáneos que se supone que nos ayudan a desentrañar el "misterio" de Perceval  de Boulainvilliers, chambelán de Carlos VII, que fue enviado el 21 de junio de 1429 a Filippo Maria Visconti, Duque de Milán, hermano de la viuda del Duque de Orleans. A. Brisset resumió el contenido: "En la noche, una pequeña tropa de jinetes procedentes de París y acompañando a un potro en la que una mujer llevaba un bebé arropado en una manta, se paró frente a lo de Jacques d'Arc (. ..). Llamaron a la puerta con golpes repetidos, las multitudes vehementes. el alboroto despertó el pueblo de Domrémy también muy sorprendido por el alboroto ". A. Brisset a continuación cita a Perceval "textualmente": "Ignorando el nacimiento de la Doncella, que iba de aquí para allá, preguntando acerca de lo que había sucedido."

Nuestro investigador añade, uno se da cuenta, después de una lectura cuidadosa, que "el final de la carta no tiene nada que ver con el principio". ¿Lo que sí sería un vínculo entre la llegada de los jinetes y el nacimiento de la Doncella? Este enlace se percata de ella, si reemplazamos "nacimiento" a "venir". Se debe entender que los habitantes de Domrémy "haciendo caso omiso de la llegada de la Doncella fue aquí y allá, preguntando acerca de lo que había sucedido." P. Sermoise ve esto en la obra de "Porteurs de flambeaux". A medida que estaba reservado para los escoltas de personas reales, sólo queda la conclusión de que Juana de Arco no nació en Domrémy, que se ha puesto como en el mayor secreto, durante una fría noche de invierno, por una escolta oficial, en "1407-1408".

El amor culpable de Isabel y Luis
4° Lo que ha ocurrido, entonces durante el año 1407 para la "historia oficial" evita escrupulosamente la falta de alusión? Un evento que se produjo ese mismo año, es probable que de acuerdo con los hechos denunciados por Perceval de Boulainvilliers, es lo que todo el mundo trata de ocultar?
Es, por desgracia para él, Isabel de Baviera, la infeliz esposa del "rey loco", era repudiada por por la ligereza de sus costumbres. Era conocida por el apodo de "Venus", que lo dice todo. Túvo muchos amantes, un muy galante Luis de Orleáns, que a su vez se serra concodio por ser llamado "un conejo caliente". Un día había violado, detrás de un tapiz, a la esposa de Jean de Nevers, la Condesa Marguerite, lo que dice mucho de su temperamento. Mariette d'Enghiens, había tenido por otra parte un bastardo al que gustaba en apodar " el bello Dunois ".

Nada muy original, de hecho, salvo que, de acuerdo a la escuela "bâtardisante" de los adúlteros amores de la Reina de Francia y del Duque de Orléans nació un niño, en el l'Hôtel Barbette, la noche del 10 de noviembre en 1407.

Según la Crónica de los religiosos de St. Denis, este recién nacido se llamaría Felipe  y al parecer murió pocas horas después de su nacimiento. Fue enterrado en la basílica real. Pero, ¿debemos creerlo?
En su Historia de Francia en 30 volúmenes, el padre Claude Villaret también menciona este nacimiento ilegítimo, pero en la segunda edición, dice P. Sermoise, "de repente, sin darnos la razón, el padre Villaret (...) combierte a Felipe en Juana". Esta corrección se mantendrá en la siguiente edición ", que muestra que está absolutamente seguro de lo que se ha impreso." ¿Por qué este cambio repentino? ¿Qué doccumento secreto tendría el Abad para tener tal seguridad? Nadie lo sabe. Sin embargo, esta "corrección de errores, ¿no es de un significado extrañamente sugerente para nosotros". ¿No tenemos derecho a identificar al bebé que nació 10 de noviembre de 1407 camas reales con las que se proporciona a Domrémy por una escolta intrigante? Isabeau, no hay que hacer algo al respecto el nacimiento "vergonzoso", esta "memoria viva de la mala conducta", que "provocaría un escándalo en la corte, ¿después de que Orléans se había hecho asesinar tan sólo dos semanas después de el parto? Una solución se presentó ante ella: declarar al niño de un sexo diferente, registrar falsamente  de su muerte y colocarlo en un lugar seguro, fuera de la vista y la malevolencia. En Domrémy, en la familia de Arco, por ejemplo.
"Estas circunstancias por sí solas explican la falsificación de estado civil", dice Jean St Jean.

Y entoces todo se vuelve claro
5° Esta sustitución sutil también es confirmado por una serie de rarezas, que emerge de la vida de Juana, y que tomaría todo su sabor a la luz de esta tesis. ¿Cómo es posible, por ejemplo, cuando se presenta como una joven campesina de Lorena, y responda antes los jueces en una límpido francés, cuando su lengua nativa, supuestamente, "sólo habla en su país" es "un dialecto cerca de la Champagne "? ¿Cómo se monta aún caballo, esta "pastora" que "cruzó 600 km. sin dificultades entre Vaucouleurs y Chinon"?
¿Por quién conoce el arte de la guerra, como esta "virgen" pudo haber sido un capitán tan brillante? HIzo falta que se le enseñara bien estas cosas. Para ser un "perfecto caballero" ¿no es necesario un entrenamiento como mínimo de ocho años? Alguien tuvo que haberle dado "lecciones" a la heroína del futuro. Es incomprensible si se trata de un vulgar campesino.

Son sin duda, extraños sus preceptores quienes le informan sobre su orígen en los que "su naturaleza generosa y apasionada no podía dejar de ver (...) La indicación de un gran deber de cumplir" ¿Posiblemente de allí surgue las enigmáticas "voces"?

Traicionando el secreto
6° Juana misma traiciona su secreto. Un día, en 1429, cuando estaba con Carlos VII, el Duque de Alençon entra en la habitación. En 1456, se acordará con precision de las palabras que la Virgen tuvo en esta ocasión. Transportados por la alegría, la virgen le habría declarado bienvenido en estos terminos: "Cuanto más seremos juntos sangre del rey de Francia, mejor esto será ", lo que significa " sin contestación posible ", anota A. Brisset, que ella también, es de "sangre real ".

7° El estudio del escudo de armas de Juana confirmaría el hecho. El rey, en efecto, le confiere a su protegida un blasón. "¿Cuál es este blasón?" pregunta a Jacoby. Citando documento de la corte se especifica: "d'azur à deux fleurs de lys d'or et une épée d'argent, à la garde dorée, la pointe en haut, férue en une couronne d'or". Y continúa: "sabemos lo que era en ese momento, la importancia de la heráldica", y también sabemos que los hijos de meretrices  tenian el privilegio de la nobleza de portar las armas de su casa, pero esta con algunas diferencias llama un brisuras. Esta rotura tomaba ordinariamente la forma de una barra, que se ponía sobre el blasón, pero a veces consistía en una modificación de uno escudo de armas (...) ".
El escudo de Juana, en el cual la tercera flor de lis es reemplazada por una espada simplemente era por lo tanto, igual que de la Francia, con una brisura. G. Pesme puede exclamar:"Reclamar elblasón de la Casa de Francia, esto jamás habria sido pensado por una simple campesina.

Carlos VII fue complice
8° A partir de entonces, el objeto de la reunión entre Juana y el Rey es evidente. Lisons P. de Sermoise: "El punto esencial es la confianza que Carlos había perdido; Juana la restaura, en menos de las dos horas cambió por completo la situación, transmutada en una verdad inalienable de legitimidad cuestionable de Dios "(... ): Él era el hijo de Carlos VI, es su propia hermana quien le aseguró que, en el aprendizaje de los tutores se lo había separado su madre.

9° Los "bastardos" entonces alegremente evocan el misterio (otro más!) La desaparición del "Libro de Poitiers". Este libro, que era un resumen de las conclusiones de la comisión franciscana que examinó a Juana por orden del rey, desapareció desde el siglo XV sin que se sepa donde aterrizó. Pero Edouard Schneider, amigo de Pío XI y ciudadano de honor del Vaticano, lo habría visto de sus propios ojos "enterrado en los fondos secreto de la biblioteca de Vaticano". ¿Esta obra, escondida en el fondo de archivos inaccesibles, no contendría la "prueba formal de la filiación efectiva de Juana"? ¿Sino, por qué lo habrían sustraído de los ojos del público?

10° Obviamente, sería inconcebible que el rey pudo haber dejado quemar su media hermana sin reaccionar. El juicio se ha truncado por lo tanto, en Rouen, y el obispo " Cauchon era de connivencia para subir esta mistificación enorme ". Juana será declarada herética, luego recaida en el curso de un simulacro de juicio. Las cárceles estaban llenas de brujas medievales condenados a muerte. La bastarda real, probablemente escapó por un "tunel subterraneo del palacio", mientras que la que era llevada  delante de la multitud y tortura, sería otra ajusticiada, que, Perceval de Cagny cuya crónica P. de Sermoise cita

"fue traída por el chastel la cara embronché al lugar llamado donde el fuego estaba listo ". Embroncher que "significa: cubrir muy exactamente, poner las velas, inclinarte adelante con la idea de ensombrecer o de esconder - conclusión: "un acompañante embolvia la cara y lo disimulaba " para que nadie se dé cuenta de la comedia de ejecución a la cual las autoridades se entregaban.

Juana de Armoises y Juana de Arco son sólo una.
11° Aquí estamos en plena "survivisme", con una limpieza en la naturaleza. Desde hace algunos años se pierde su rastro. No está lejos. El 20 de mayo 1436, según lo informado por la Crónica del Deán de St Thiébault de Metz, he aquí que vuelve a aparecer en la Grange-aux-Ormes. "La reconocieron sus dos hermanos Pedro y Juan": se trata de una información sólida.
Entonces la criada va a Luxemburgo, donde conoció al caballero Robert de Armoises, con quien se casó el 02 de septiembre en Arlon. Ahora se llama Juana de Armoises. Un mes más tarde, ella corre a Tiffauges para ayudar a su antiguo compañero de armas, Gilles de Rais, que lucha "écorcheuses". Después de varias otras campañas, en julio 1439 regresó a la escena de su primera victoria en Orleans. "Los dignatarios de la ciudad y muchos ciudadanos del pueblo que se habían acercado en 1429", según los cuales algunos se debe añadir a su propia madre y a Carlos VII, la reconocieron "ellos todos, sin excepción". A. Brisset, además, que las cuentas de Orléans, "que figura un regalo de dos millones" por el bien que hizo en la ciudad durante el asedio.

"Luego se unió a su esposo en el Castillo Jaulny (...). Ella cesa de hacer la guerra y se queda en su castillo, donde murió en 1449 o 1450."

La suma de muchos argumentos convergentes dejan aturdidos a los racionalistas más escépticos. Sería por lo menos: todo parece tener lugar. Todos los hechos se alumbran y parecen, por una vez, encadenarse lógicamente. Pero sin embargo, de este bello edificio, de estas deducciones tan finas nada subsistirá, después de confrontarlo con los hechos.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Potestades y funciones del papa

Emblema de la Ciudad del Vaticano

El Papa es la más alta autoridad de la Iglesia, como vicario de Cristo. Tiene esta potestad por ser sucesor de san Pedro, a quien Jesucristo confirió la primacía entre los apóstoles (cfr. Mt 16, 13-19). La Iglesia, ya desde los inicios y cada vez con mayor claridad, es consciente de que el ministerio de la unidad, encomendado a Pedro, pertenece a la estructura perenne de la Iglesia de Cristo. Por tanto, la fe católica sostiene que el primado pontificio no es una institución humana (o de derecho eclesiástico), como sí lo son bastantes formas de organización eclesiástica creadas en distintas épocas (patriarcados, conferencias episcopales, etc.).

En el Código de Derecho Canónico se define así su función:

Canon 331: El Obispo de la Iglesia Romana, en quien permanece la función que el Señor encomendó singularmente a Pedro, primero entre los Apóstoles, y que había de transmitirse a sus sucesores, es cabeza del Colegio de los Obispos, Vicario de Cristo y Pastor de la Iglesia universal en la tierra; el cual, por tanto, tiene, en virtud de su función, potestad ordinaria, que es suprema, plena, inmediata y universal en la Iglesia, y que puede siempre ejercer libremente.

El Papa adquiere su potestad en el momento de su elección; además, puede renunciar:

Canon 332 § 1. El Romano Pontífice obtiene la potestad plena y suprema en la Iglesia mediante la elección legítima por él aceptada juntamente con la consagración episcopal. Por lo tanto, el elegido para el pontificado supremo que ya ostenta el carácter episcopal, obtiene esa potestad desde el momento mismo de su aceptación. Pero si el elegido carece del carácter episcopal, ha de ser ordenado Obispo inmediatamente.

§ 2. Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie.

Blasón de S. S. Benedicto XVI

Naturaleza de la potestad del Papa

El Papa tiene una verdadera potestad, no una simple autoridad moral. “El Romano Pontífice posee, como supremo pastor y doctor de la Iglesia, la potestad de jurisdicción suprema, plena y universal, ordinaria e inmediata, sobre todos y cada uno de los pastores y fieles”. Así lo declaró el Concilio Vaticano I en 1870, repitiendo el magisterio anterior, en particular el Concilio de Florencia (s. XV). Esta doctrina fue reiterada por el Concilio Vaticano II en la constitución Lumen gentium (n. 22). El Papa no es “el primero entre iguales”, como ocurre con el Arzobispo de Canterbury entre los anglicanos, que no tiene jurisdicción fuera de su diócesis; ni tampoco se limita a un primado de honor, reducible a un simple orden de precedencia en actos protocolarios, como ostenta el Patriarca de Constantinopla entre las iglesias autocéfalas ortodoxas.

Potestad propia

Por tanto, la suprema autoridad del Papa es propia: no deriva de ninguna otra fuera de la de Cristo, ni la recibe por delegación de nadie.

Potestad suprema

La potestad del Papa también se define como suprema. No se quiere decir que sea un poder absoluto: El Romano Pontífice está subordinado a la palabra de Dios, a la fe católica, y es garante de la obediencia de la Iglesia y es, en este sentido, servus servorum Dei, siervo de los siervos de Dios. El ejercicio de su autoridad debe responder a la fidelidad a la doctrina recibida por la Iglesia, que es el depósito de la fe.

Esta potestad es suprema porque contiene una ausencia de subordinación respecto de cualquier otra instancia eclesiástica o civil, no una independencia absoluta. Por eso, el Papa no puede cambiar el depósito de la fe. Un ejemplo es el que dio Juan Pablo II en 1994 al confirmar solemnemente que las mujeres no pueden acceder al sacerdocio. No dijo que no permitiría la ordenación de mujeres, sino que no tenía poder para hacerlo. Se remitió a la tradición unánime de la Iglesia, que siempre ha considerado esa doctrina como recibida de Cristo y por tanto irreformable.

Potestad inmediata y universal

El primado es una autoridad de naturaleza episcopal, pero inmediata y universal. Ya el Concilio Vaticano I, en la constitución dogmática Pastor aeternus, recordó que la potestad papal no limita ni menoscaba la de los obispos, también ordinaria e inmediata. Los obispos no son como “jefes de sucursal” en las diócesis. La idea de que el Vaticano Io subrayó unilateralmente la autoridad del Papa, dejando en la sombra a los obispos, olvida que el mismo Concilio tenía previsto también desarrollar la doctrina sobre el colegio episcopal, pero no pudo llegar a hacerlo porque la invasión italiana obligó a evacuar Roma con urgencia. Por otro lado, la misma constitución Pastor aeternus es una declaración solemne de los obispos reunidos en concilio junto con el Papa.

Potestad del Papa y potestad del Colegio Episcopal

La autoridad del Papa, aunque sea propia y no derive de los demás obispos, no está separada de la que tiene el colegio episcopal. Juan Pablo II lo explicaba así: “Ambos, el Papa y el cuerpo episcopal, tienen toda la plenitud de la potestad. El Papa posee esta plenitud a título personal, mientras el cuerpo episcopal la posee colegialmente, estando unido bajo la autoridad del Papa” (Catequesis de Juan Pablo II). De ahí que el Papa escuche la voz de las Iglesias a través de varias instituciones, como el Sínodo de los Obispos o las visitas ad limina. Igualmente, Juan Pablo II convocó en diversas ocasiones a las conferencias episcopales de algunos países para ayudarles a alcanzar una decisión común, ante problemas en los que no conseguían ponerse de acuerdo.

En fin, la potestad del Papa refuerza y sostiene la de los obispos. El primado es un gran don de Cristo a su Iglesia en cuanto servicio necesario a la unidad. Una prueba, a la inversa, de su importancia para garantizar la legítima autonomía de los Obispos es el caso de la China actual, donde el régimen comunista, para someter a la Iglesia, decretó la ruptura de los obispos con Roma. Intentos similares hubo en los países de Europa oriental bajo los gobiernos comunistas.

Funciones del Papa

La misión del Papa es la confiada a Pedro, según los Evangelios: Jesucristo le dio las “llaves del Reino de los Cielos”, con el poder de “atar y desatar” (cfr. Mt 16, 19), para “confirmar a los hermanos en la fe” (cfr. Lc 22, 32) y “apacentar su rebaño” (cfr. Jn 21, 15-17). O sea, es un servicio a la unidad de la Iglesia en la fe y en la comunión. Se resume en dos aspectos: enseñanza y gobierno.

Al obispo de Roma, corresponde la tarea de enseñar la verdad revelada y mostrarla a los hombres. Es una misión eminentemente positiva, no se limita a condenar los errores doctrinales. El Papa realiza esta misión de enseñanza de tres modos principales, explicaba Juan Pablo II: “Ante todo, con la palabra”; en segundo lugar, mediante escritos, propios o publicados con su autorización por la Curia Romana; tercero, mediante iniciativas institucionales para impulsar el estudio y la difusión de la fe, como se suele hacer a través de distintos consejos pontificios (Catequesis de Juan Pablo II).

Esta autoridad doctrinal suprema reside a la vez en el colegio episcopal junto con su cabeza, el Papa. Así se manifiesta, de modo singular, en los concilios ecuménicos.

Infalibilidad pontificia

Según el dogma expuesto por el Concilio Vaticano I, el Papa goza de infalibilidad “cuando, cumpliendo su oficio de pastor y doctor de todos los cristianos, define en virtud de su suprema autoridad apostólica que una doctrina sobre la fe o las costumbres debe ser sostenida por la Iglesia universal”. Cuando el Papa pronuncia una definición infalible, se dice que habla ex cathedra. La misma infalibilidad tienen las doctrinas expuestas con igual tenor por el colegio episcopal junto con el Papa (cfr. Código de Derecho Canónico, canon 749). Esta autoridad magisterial es la de declarar lo contenido en la Revelación, como precisa el mismo Concilio: “El Espíritu Santo no fue prometido a los sucesores de Pedro para que por revelación suya manifestaran una nueva doctrina, sino para que, con su asistencia, santamente custodiaran y expusieran fielmente la revelación transmitida por los apóstoles”.

La infalibilidad propia de unas pocas definiciones -las dogmáticas- no significa que las enseñanzas del Papa y del colegio episcopal sean “falibles” en los demás casos. Junto a la infalibilidad, existe el carisma de asistencia del Espíritu Santo, concedido a Pedro y a sus sucesores para que iluminen bien al pueblo cristiano. Este carisma no se limita a los casos excepcionales, sino que abarca en medida diferente todo el ejercicio del magisterio. Es lo que se conoce como magisterio ordinario del Papa. Por lo tanto, el Papa es maestro de la verdad también con su magisterio ordinario.

Facultades de gobierno del Papa

El gobierno que ejerce el Papa está al servicio de su ministerio de unidad y de supremo pastor en la Iglesia. Así, el Papa tiene la facultad de realizar los actos de gobierno eclesiástico necesarios o convenientes para el bien de la Iglesia. Entre estas funciones están, por ejemplo, dar el mandato para ordenar obispos, establecer diócesis u otras estructuras pastorales para la atención de los fieles, promulgar leyes para toda la Iglesia, aprobar institutos religiosos supradiocesanos, etc.

El Papa ejerce su gobierno supremo de distintas maneras, según las circunstancias y los tiempos. Por ejemplo, en la Iglesia latina nombra directamente a los obispos, mientras que en las Iglesias orientales, por lo general, confirma la elección del obispo realizada por el sínodo local. La designación directa por el Papa se implantó en Occidente para evitar las frecuentes injerencias del poder civil. En todo caso, son el bien, la utilidad o la necesidad de la Iglesia universal las que determinan en cada momento histórico la oportunidad de los modos de ejercer la autoridad, según la prudencia pastoral.

El primado del Papa tiene, por lo tanto, un contenido inmutable, que corresponde a su misión, y unos aspectos variables. De hecho, la naturaleza inmutable del primado del sucesor de Pedro se ha expresado históricamente a través de modalidades de ejercicio adecuadas a las circunstancias de la Iglesia en cada época.

El primado del Papa y la unidad de los cristianos

El primado del Papa no fue obstáculo para la unidad de los cristianos durante el primer milenio. La primacía del obispo de Roma fue reconocida por todos desde el principio; los primeros testimonios documentales se remontan al siglo I, cuando la Iglesia de Corinto recurrió al Papa san Clemente para que dirimiera sus disputas internas. Las aclamaciones a la carta dogmática enviada por el Papa León I Magno al Concilio de Calcedonia (451) –‘¡Pedro ha hablado por boca de León!’– atestiguan hasta qué punto el primado pontificio era garantía para todos los cristianos, occidentales y orientales, de la unidad en la fe.

Fueron hechos posteriores los que motivaron la ruptura de la unidad, primero en Oriente, con el cisma de 1054, y luego en Occidente, con la Reforma protestante. Por eso Juan Pablo II alentó a todos los cristianos a poner la mirada en el primer milenio, a fin de hallar vías para superar las divisiones.

El Papa puede siempre intervenir para mantener la unidad de la fe y la comunión eclesial. Pero las formas concretas de ejercer su autoridad pueden variar en cada momento histórico según lo exija el bien de la Iglesia. Para disipar las reservas de los no católicos hacia el primado papal, Juan Pablo II se refirió, en la encíclica Ut unum sint (1995), sobre el ecumenismo, a la necesidad de “encontrar una forma de ejercicio del primado que, sin renunciar de ningún modo a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva” (n. 95).

Y tomó la decisión inaudita de pedir sugerencias incluso a las comunidades cristianas no católicas, al invitar “a todos los pastores y teólogos de nuestras Iglesias para que busquemos, por supuesto juntos, las formas con las que este ministerio pueda realizar un servicio de fe y de amor reconocido por unos y otros” (ibíd.). Esta llamada ha obtenido eco, y el diálogo ha comenzado ya, con distintas iniciativas en los últimos años.


Fuente: Iuscanonicum

jueves, 8 de septiembre de 2011

La papisa Juana


Una historia interesante y curiosa es la de la Papisa Juana…los relatos y tradiciones orales la sitúan en el trono pontificio entre 855 y 857 tomando el nombre de Juan VIII. La historia la relata o la leyenda en este caso, como una mujer apasionada por los estudios y el saber, pero en el siglo IX no era bien visto que una mujer tuviese tales atributos…..al intentar ingresar a un monasterio la misma fue rechazada por lo anteriormente expuesto, viendo que le sería imposible su educación como mujer, decidió hacerse pasar por hombre, es así que ingresa en el monasterio de su región o ciudad. Su fama de erudita y versada se extiende como reguero de pólvora. A la muerte del pontífice León IV…es elegida para este cargo por su sabiduría en bien de la iglesia. Pasado un tiempo como es natural en creatura de esta naturaleza se enamora de un joven monje, del cual quedo fertilizada. El pueblo jamás conoció la verdad de su genero, hasta un fortuito día en la cual la papisa haciendo un desfile entro en parto y es así como se da descubrir su naturaleza. Sobre el hijo, se dice que fue muerto apedreado junto con la madre, otra versiones indican que fue salvado pero ocultado del mundo,  incluso se dice que su linaje continua en la actualidad…esta es una de la versiones ya que se conocen varias….


En opinión mí no se hasta donde es ficción o realidad, por que todo lo que tenga que ver con la Iglesia Católica roza lo secreto….


Un ejemplo de que puedo haber sido es una verdad es el rito de la silla horadada, en la que se sentaba el Papa medio tendido, con las piernas separadas y los bábitos entreabiertos para mostrar su virilidad; dos diáconos se aseguraban por la vista y el tacto, y gritaban: Ya tenemos papa. Todos se prosternaban al Deo granja, le ceñían el cinturón, le besaban los pies y celebraban un gran festín; esta prueba ridícula duró hasta León X.

domingo, 1 de mayo de 2011

Beato Juan Pablo II



Hoy su S. S. Beato Juan Pablo II fue beatificado por S. S. Benedicto XVI su predecesor en la Basílica de San Pedro, sita en Roma.

Después de su muerte, muchos católicos, desde el cardenal británico Cormac Murphy-O'Connor hasta periódicos italianos como L'Osservatore Romano, o su sucesor Bededicto XVI se han referido a Juan Pablo II como Juan Pablo Magno. Aún no se sabe si este póstumo título se impondrá, ya que no existe ningún procedimiento formal para asignar este apelativo.

También, muchos seguidores del pontífice demandaron que fuese canonizado tan pronto como fuera posible, gritando "Santo Súbito" ("Santo ya") durante los actos de exposición pública del cadáver y misas de funeral.


En el comienzo de la entrada el escudo pontifical de Ioannes Paulus PP. II.

miércoles, 19 de enero de 2011

Benedicto XV


Caminado por calle Leguizamón al 800, nos encontramos con una estructura de estilo gótico, es la Iglesia “Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y San Alfonso”, el interior de la misma en la nave izquierda bajo el altar podemos encontrar las armas de Benedicto XVI (Giacomo Giambattista della Chiesa) descendiente de una familia que pertenecía al patriciado de Génova (igual que la familia de Belgrano), fue el hijo del Marqués Giuseppe della Chiesa y de su esposa Giovanna, de la casa marquesal napolitana Migliorati. El escudo de Benedicto XVI es lo que en heráldica se conoce como armas parlantes, estas son aquellas que están compuesta de figura o pieza cuya denominación alude y designa al titular que representan, generalmente el apellido del linaje o el topónimo, permitiendo interpretar gráficamente el escudo. Es decir della Chiesa (de la Iglesia) tiene un escudo con una iglesia.


Como todo papa lleva la insignia vaticana de las dos llaves cruzadas y la tiara. Símbolo de su estatus de Obispo de Roma, Vicario de Cristo, Sucesor de Pedro, Santo Padre, Sumo Pontífice y Siervo de los siervos de Dios, etc…

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