domingo, 31 de marzo de 2013

Los Sonidos del Silencio


Vieja amiga oscuridad, otra vez quisiera hablar. Porque he tenido nuevamente, una visión que suavemente, iba cambiando mi manera de pensar. La oigo hablar, la escucho en el silencio.

En sueños caminaba yo entre la niebla y la ciudad. Por calles frías, desoladas; cuando una luz blanca y helada hirió mis ojos y también hirió la oscuridad, la vi brillar, la veo en el silencio.

En la desnuda luz miré, vi mil personas, tal vez más. Gente que hablaba sin poder hablar, gente que oía sin poder oír. Y un sonido que los envolvía sin piedad, lo puedo oír, sonido del silencio.

Entonces yo les quise hablar, entonces los quise ayudar. Quise sentirlos como hermanos, quise tomarlos de las manos; pero no podían, no podían despertar ni entender. Me hundía en el silencio.

Se arrodillaban a rezar, aquella luz era su Dios. Yo les grité que despertaran, que la verdad allí no estaba, que los profetas no, no son luces de neón y que Dios siempre habla en el silencio.

sábado, 9 de marzo de 2013

Combustión Espontánea Humana, ¿verdad o mito?


Dentro de lo raro en el mundo paranormal, lo más raro de lo raro es la combustión espontánea humana (CEH). La CEH no es más que la incineración de personas vivas sin una fuente externa de ignición aparente, sin ningún tipo de explicación. Algunos de los casos más conocido son los de Cornelia Zangari di Bandi, Condesa de Cesena, John Irving Bentley, Mary Reeser, entre otros.

Pero, ¿porqué se da? ¿cuál es la postura científica?

La teoría más aceptada (entre muchas) es la del "efecto mecha", la cual sostiene que "una persona puede resultar completamente quemada utilizando su propia grasa corporal como combustible", lo que sugiere que una vez prendida una persona, directa o indirectamente, el cuerpo humano es consumido por su propia grasa corporal que actúa de combustible, junto con la ropa que actúa de mecha, esto produce un suministro constante de combustible originado en la grasa que se derrite y empapa las ropas. Las cadenas hidrofóbicas contenidas en la grasa animal contienen una gran cantidad de energía.



Pero existen indicio que echan por el piso esta teoría:

1° - En la mayor parte de casos, solo se consume el área del abdomen, pecho y cabeza, las extremidades superiores e inferiores no suelen resultar dañadas.
2° - En ocasiones la persona es reducida a cenizas. Para lograr eso el cuerpo humano debe estar sometido a temperaturas de más de 1.700°C., por lo general los crematorios trabajan con temperaturas entre 850°C y 1000°C en incluso después de la cremación los huesos no son del todo consumidos. Por lo general la CEH ocurre en un breve tiempo, encontraste con la cremación que suele durar horas.
3° - La zona alrededor de la victima sufren poco o casi ningún daño.
4° - El cuerpo de la victima suele quedar mucho más quemado que en un incendio convencional.
5° - En todos los casos no se encontraron fuente de ignición.



Las victimas de este fenómeno merecen un análisis. La gran mayoría son mujeres, casi siempre obesas o con sobrepeso. Una gran proporción son alcohólicas, de edad avanzada o con enfermedades crónicas. Muchas de las víctimas son fumadoras, y fumadoras de hábitos desordenados. Da la impresión que son personas que naturalmente poseen un gran riesgo de morir, ya sea por combustión o por cualquier otra causa. Aunque ahí caso en los que no se dan esta serie de factores.


Un caso curioso demostraría la veracidad de este fenómeno "...en 1974, en Georgia, Estados Unidos, Angel se fue a dormir y despertó cuatro días mas tarde con unas quemaduras tan horribles que fue necesario amputarle el antebrazo derecho. Por otra parte, el pijama y las sabanas de la cama estaban intactos y no sintió ningún dolor hasta varias horas después de haber recuperado la conciencia. Angel no pudo recordar como se hizo las lesiones, incluso bajo regresión hipnótica...".


Solo el tiempo y un mayor estudio darán la última palabra.

StatCounter