En esta sociedad de consumo, nuestras esperanzas y aspiraciones son influenciadas por ideales inalcanzables desde todas las direcciones. El insaciable deseo por tener el último gadget de moda es siempre insatisfecho, pues siempre hay algo nuevo a la vuelta de la esquina. Los sueños de riqueza y la fama alimentados a la fuerza por Hollywood nunca se realizarán sin importar lo mucho que lo deseemos. Nosotros nunca estamos a la altura de los ideales de belleza imposible mostrados por los vídeos musicales y las supermodelos. Los pocos afortunados, los hermosos, los ricos y famosos son adorados como las pruebas de la supuesta excelencia humana.
El ideal capitalista nos vende la idea de que cualquier persona lo puede lograr. Pero todo es sin duda una ilusión. Es bien sabido de los multimillonarios obsesionados con el como hacerse mas ricos? Y las supermodelos sometiéndose una y otra vez a retoques de photoshop, cosméticos e incluso a cirugías plásticas. Piénsalo, es interminable; si los hombres y las mujeres de las portadas y anuncios no llegan a los estándares de su propio hedonismo y la colectivización de este a cargo de los medios , entonces ¿qué oportunidad tenemos nosotros los simples mortales?
Estos falsos ideales que nos afectan a todos de múltiples maneras, con mayor impacto en algunos que en otros. Sin embargo, no hay duda de que el ideal de belleza afecta más mujeres que hombres. A menudo escucho el argumento de que en nuestra “civilizada” sociedad occidental el sexismo, en su mayor parte, ha sido consignado en el cubo de basura de la historia. Defensa de los derechos de las mujeres y respeto hacia ellas, son a lo mucho obsoletos conceptos, extrañamente despreciados en la misma medida tanto por jóvenes mujeres como por viejos machistas. Sin embargo, la asimétrica presión sobre los hombres y mujeres en cuanto a su apariencia física es sólo un sorprendente ejemplo de cómo el patriarcado y el mas fuerte machismo siguen vivos y fuertes. El patriarcado no es meramente la presión de hombres sexistas hacia las mujeres, sino que es una característica inherente del capitalismo. Es sistemático y opera en nuestro sistema de arriba a abajo, y como tal, es interiorizado por las mujeres, y la prueba es que cualquiera mujer inconscientemente (re) produce a diario a través de sus elecciones, el discurso y los hábitos de consumo, los cuales están en su mayoría enfocados a denigrar su integridad.
Estamos constantemente definiéndonos y redefiniéndonos a nosotros mismos en relación a los criterios de los medios de comunicación; lo que consumimos, la música que nos gusta, la ropa que vestimos, etc. Esta formación de la identidad es un proceso continuo que se inicia durante la infancia, aprendemos acerca de quiénes somos en gran medida configurándonos en torno a las construcciones sociales de raza, sexualidad, género y clase. El primer punto de referencia es generalmente nuestros padres que implícitamente nos enseñan acerca de los roles de género, nuestra identificación racial y la forma de las aspiraciones (deseos) que vienen a definir nuestra clase o nuestro status.
Hoy en día vemos como cada vez más, los medios de comunicación desempeñan ese fundamental papel educativo formando la identidad de las personas, especialmente durante los años de la adolescencia y la temprana adultes y también vemos como es este grupo demográfico el que más agresivamente, se ataca con el peligroso cóctel de la sórdida identidad fiestera y desinteresada creada por las constantes imágenes de sexo y degradacion patrocinadas por los medios de comunicación oficiales.
El sexo se utiliza para vender productos a los adolescentes, las supermodelos están plastificadas (en todo el sentido de la palabra) en lasportadas de los magazines de moda y las estrellas del pop bailan semi-desnudas en videos musicales. Todas estas cosas se combinan para influir en la identidad y la propia imagen de las mujeres jóvenes. Naturalmente, muchos aspiran a la altura de esas distorsionadas ofertas de belleza que se cosechan exclusivamente para el beneficio de múltiples sectores en los medios de comunicación y las corporaciones en general, desde las que venden cosméticos hasta llegar a las empresas que venden sofás. (amo el sofá del video de …
Este ideal de belleza no sólo es sexista, sino que también es clasista y racista. Incluso los modelos no-blancos se ajustan a una “blanca” noción de belleza, su piel es manipulada con el fin de parecer más clara, los rasgos faciales europeos son mas favorecidos, el pelo liso es la norma y por supuesto, son extremadamente delgados, mientras que a menudo (lo natural) tienen descendencias latinas o africanas lo que los hace por naturaleza de voluptuosas características. La imagen de la supermodelo es también la imagen de ser rico, lo que es totalmente clasista; en este sentido se crea una población totalmente presionada compuesto por no-blancos y mujeres pobres que desean cumplir con la imagen de la belleza mediática. Los estándares son establecidos por modelos profesionales, maquilladores, cirujanos estéticos y gerentes de poderosas multinacionales (gente que sabe de estas cosas de la belleza)
Las imágenes de la rutina del secador sobre una rubia y sedosa cabellera, el vientre plano acariciado por el viento y una picara mano y la cirugía cosmética que resalta tus cualidades, a menudo son quienes establecen los designios de las empresas taladrando en los mas profundos rincones de tu psicología. Y ya no sólo los adolescentes sienten la presión, estudios recientes han demostrado que niñas de tan sólo seis años están preocupadas por su imagen corporal y tienen un constante deseo de ser más delgadas. En el otro extremo del espectro están incluso algunas madres y abuelas contando calorías haciendo ellas mismas honor a nuestra distorsionada noción de la belleza. Y cuando incluso madres y abuelas están perpetuando estos ideales en concierto con los medios de comunicación, ¿qué oportunidad tienen las mujeres jóvenes de mantener una sana imagen de sí mismas?
Es poco sorprendente entonces saber que gran parte del mundo occidental está en medio de una epidemia de trastornos de la alimentación. Los récords son aplastados año a año, los niveles de obesidad y anorexia están totalmente fuera de control. Ambos son parte del producto de no poder cumplir con esas distorsionada y ridículas normas de la belleza. Es nuestra responsabilidad como sociedad enseñar a las mujeres jóvenes que es normal y aceptable, no parecerse a ninguna pop Star o supermodelo. Tenemos que revelarles el secreto detrás del inalcanzable ideal de belleza el cual es una mera ilusión que se cultiva con fines de lucro (ya sabes linda, ganancias). Debemos dejar de lado la homogénea imagen de la belleza vendida en los medios que es ser flaca, rica y euro-céntrica(ego-céntrica, gringo-céntrica, rubia y afines) y aprender a celebrar la belleza de la diversidad y el resdescubrimeinto de la belleza interior y espiritual; concepto que espero no vaya a ser motivo de burla por parte de los mas recalcitrantes defensores de la filosofía Fast food y el american way of life, (si a eso se le puede llamar vida).
0 comments:
Publicar un comentario
Los comentarios mal redactados y/o empleando palabras que denoten insultos o terminología soez serán eliminados. Los comentarios anónimos, no serán aceptados, por lo tanto se los eliminara a la brevedad.